Para sus hermanos y sobrinos, Gerardo Portillo es el ‘David’ que lucha contra ‘Goliat’. “Sentimos mucho orgullo”, dice su hermano Carlos. “Es un ejemplo que seguimos porque en la vida se aprende con base en ejemplos. Nuestra familia no es amplia, pero somos gente con principios, que luchamos. Lo poco que tenemos lo hemos ganado con esfuerzo y trabajo honrado”.
Desde la tarde del 4 de septiembre, la familia Portillo ha sufrido por la detención de Gerardo, por una denuncia que le hizo el expresidente Rafael Correa.
Él fue parte de la veeduría designada por el propio oficialismo para investigar el caso ‘El gran hermano’, en el que, luego de una exhaustiva investigación, concluyeron que el exmandatario tenía conocimiento de los contratos de su hermano Fabricio con el Estado.
Desde que Gerardo Portillo decidió participar en esa veeduría, su familia vive un calvario. “Desde hace siete años mi familia ha pasado mal”, relata Carlos, “sobre todo mis papás. Ellos se han enfermado porque son mayores, a mi mamá se le subió la presión, tengo que hacerle ver con un cardiólogo, cada que oye noticias en la televisión se pone mal, hemos optado por ponerle una televisión que no coja canales locales”.
Otro de los problemas que han tenido los hermanos Portillo ha sido económico. “Mis hermanos y yo no hemos podido conseguir trabajo. Lo que hemos tenido, lo hemos gastado con abogados, ha habido un montón de esfuerzos”. Él volvió a Ecuador para apoyar a su hermano, tras vivir 13 años en España.
Inicios familiares
Carlos recuerda que “a Gerardo siempre le interesaron los temas del país, desde que estaba en la escuela”, y que desde entonces veía las noticias. Luego, en su vida como funcionario petrolero, Gerardo lideró el sindicato de Petroindustrial. “En la vida soñamos, por lo menos yo, ser protagonistas de una situación tan delicada”, dice Carlos. No entiende que una persona que denuncia con sustento los actos de corrupción sea perseguida, mientras que durante una década hubo corruptos que estuvieron en altos cargos y luego huyeron.
Como los demás hermanos Portillo tienen sus propios hogares, Carlos es el que más se ha dedicado a ayudar a Gerardo. Por eso, es el que más confía en que el caso sea revisado por el presidente, Lenín Moreno, para que su hermano sea beneficiado con un indulto presidencial. “Mi hermano no se ha llevado un centavo al bolsillo por lo que ha hecho. Al contrario, en toda la investigación que hizo nunca le pagaron nada”, dice.
CIFRAS
1 mes lleva en prisión Gerardo Portillo.
4 meses han pasado desde que Moreno asumió la Presidencia.
13 años vivió su hermano Carlos en España y regresó solo para ayudarlo.
Cree que Moreno está llevando las cosas por un buen rumbo, por eso espera que el mandatario vea que su hermano “no ha hecho nada fuera de la Ley, sino que, al contrario, por hacer las cosas dentro de la Ley está preso”. (MMD)
