Presión internacional para buscar soluciones en Cataluña

TENSIÓN. La sociedad catalana despertó ayer todavía consternada por la actuación policial, con manifestaciones y concentraciones por toda la región. (AFP)
TENSIÓN. La sociedad catalana despertó ayer todavía consternada por la actuación policial, con manifestaciones y concentraciones por toda la región. (AFP)

MADRID/BARCELONA, AFP

La Unión Europea (UE) y la ONU presionaron ayer al gobierno español para que dialogue con los independentistas catalanes, que amenazan con una declaración unilateral de independencia tras el referéndum prohibido del domingo, marcado por violentas cargas policiales.

En un comunicado, el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos pidió al Gobierno conservador de Mariano Rajoy investigaciones «completas, independientes e imparciales» sobre «todos los actos de violencia» ocurridos en Cataluña.

Policías y guardias civiles recurrieron a porras, patadas, empujones y balines de goma contra manifestantes decididos a votar y entraron por la fuerza en colegios para requisar urnas y papeletas.

Represión injustificada

Rajoy afirmó que los agentes se limitaron a cumplir «con su obligación» pero, desde Barcelona, los líderes independentistas denunciaron una «represión injustificada». Desde el Gobierno regional, aseguran que 896 personas precisaron atención médica y dos de ellas tienen «pronóstico reservado».

La Unión Europea pidió también a Madrid y Barcelona «pasar rápidamente de la confrontación al diálogo» y el presidente del consejo Europeo, Donald Tusk, urgió a Rajoy a evitar un nuevo «uso de la fuerza».

Desde Barcelona, el presidente catalán Carles Puigdemont solicitó una mediación, que según él debe ser internacional «para que sea eficaz».

Mediación pero…’

Y su plan en este sentido pasa por una declaración de la independencia de esta región de 7,5 millones de habitantes ubicada en el noreste de España.

Pese a los problemas e improvisaciones en la votación, Puigdemont dio por «válido» el resultado del plebiscito ofrecido por su Gobierno: una participación del 42,3%, con un 90% del voto a favor de la creación de una república separada del reino de España.

Esto agudizaría el conflicto con el Gobierno español. «Habrá que hacer todo lo que la ley permite para impedir que sea así», advirtió el ministro de Justicia, Rafael Catalá.