De nuevo el corre-corre

Rocío Silva

El ciclo escolar para los regímenes Sierra y Amazonía 2017-2018 ha comenzado, por tanto ha vuelto todo el corre-corre en la casa; habrá que proveerse de zapatos, calcetines, ropa interior, uniformes de diario, Educación Física y gala. Parece que hay prohibición de la venta de los mismos en las instituciones, así que lo aconsejable es buscar donde los venden a un precio más cóm odo.

Los ofertan en tiendas –depende claro- del tipo de institución, si la escuela o colegio son particulares con precios de colegiaturas altos los expenderán en tiendas exclusivas, a medida que baja la colegiatura también aumentan los sitios donde se pueden adquirir toda la ropa de uniforme escolar, siendo los espacio más demandados los mercados Mayorista o Ferroviario.

Pero ahí no termina el corre-corre, una vez adquiridos los uniformes habrá que hacer los ajustes de dobladillos, bastas, pinzas, arreglos de mangas, recorrer botones y si los uniformes son heredados (que es lo correcto aún en la mejor de las economías domésticas) el esfuerzo es el mismo. Ha llegado el domingo previo al ingreso de clases y los estudiantes no podrán dormir de la emoción, tampoco la cantidad de maestros que han sido separados de sus funciones, pero por la angustia de no saber cómo se pagarán el arriendo, los víveres, los gastos de los hijos para su educación.

Ahora viene la semana del susto de la lista de útiles, habrá que adquirir libros de textos desechables, cuadernos, lápices, cajas de colores –cuyo tamaño siempre desata discusión al igual que el juego geométrico y el juego de reglas-. Se pondrá todo el esmero para forrar los cuadernos, hacer las caratulas,

No faltarán las consabidas sesiones de padres de familia para nombrar la Directiva, generalmente es elegido e elegida quien más habla, empezarán de nuevo las cuotas, entrarán en discusión desde ya por el monto de la misma, no faltará quien haga referencia a que el año pasado no se hicieron aclaraciones sobre los valores recaudados para un paseo que nunca se dio; en fin son los bemoles típicos del inicio del año lectivo.