Guatemala, EFE
Guatemala vive una jornada convulsa tras el intento del presidente Jimmy Morales de expulsar al jefe de la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala (Cicig), Iván Velásquez, luego de que este y la Fiscalía pidieran retirarle el fuero a Morales para que pueda ser investigado por irregularidades en la campaña de 2015.
Ayer la Corte de Constitucionalidad (CC) otorgó hoy un amparo provisional a Velásquez, y dejó en suspenso la expulsión del país de este abogado colombiano. Todo esto en medio de protestas ciudadanas que pedían la destitución del primer mandatario guatemalteco.
Es el segundo revés para Morales, quien intentó el viernes pasado que las Organización de las Naciones Unidas (ONU) relevara a Velázquez al frente de la Cicig, pero la ONU se negó y Velázquez obtuvo además el apoyo del Departamento de Estado norteamericano.
El presidente del Constitucional, Francisco de Mata Vela, comunicó a la prensa la decisión del mayor ente jurisdiccional del país. “Esta corte otorga el amparo provisional solicitado y se deja en suspenso la decisión que profirió el presidente”, proclamó. La votación fue de tres magistrados a favor y dos en contra.
La decisión de la Corte de Constitucionalidad ha provocado alegría entre los manifestantes que ya se habían juntado para apoyar a Velásquez y también en la fiscal, Thelma Aldana, quien según su equipo de comunicación estaba esperando la resolución y que por ende “no ha renunciado”.
La Corte de Constitucionalidad también conocerá otros amparos presentados a favor y en contra del abogado colombiano, quien fue declarado ayer persona non grata por el presidente.
El abogado temible que lucha contra la corrupción
° A Iván Velásquez los indignados le apodaron “el temible” y ese miedo que infunde allá por donde pasa ha llevado al presidente, Jimmy Morales, a declararlo persona “no grata”.
Velásquez (Medellín, Colombia; 1955) es un hombre con una misión: limpiar la podredumbre que rodea a funcionarios y empresarios, atacar la corrupción y la impunidad endémicas, y combatir el crimen organizado. Desde que asumió el mandato de la Cicig en 2013, un ente adscrito a la ONU, su mensaje en favor de la justicia y en contra de la impunidad no titubeó.
Durante 2015, junto con la Fiscalía, mantuvo en vilo al país y terminó precipitando la renuncia del entonces presidente, Otto Pérez Molina, y su exvicepresidenta Roxana Baldetti, después de que el Congreso les retirara la inmunidad y emitiera una orden de captura.
Desde entonces, Velásquez, junto a su “fiel seguidora” la fiscal general, Thelma Aldana, ha desarticulado decenas de casos, uno de los cuales involucra a José Manuel y Sammy, hijo y hermano, respectivamente, del presidente.