Hábiles manos indígenas transforman la totora en animales y utensilios útiles en el hogar

ARTESANOS. El trabajo en totora es una herencia indígena que ha sido perfeccionada para darle más formas, señala Antonio Aguilar.
ARTESANOS. El trabajo en totora es una herencia indígena que ha sido perfeccionada para darle más formas, señala Antonio Aguilar.
MUESTRA. La habilidad de los artesanos indígenas otavalos permite que la totora tome diferentes formas.
MUESTRA. La habilidad de los artesanos indígenas otavalos permite que la totora tome diferentes formas.
NATURAL. Así se aprecia a la totora en la laguna del lago San Pablo, Otavalo-Imbabura.
NATURAL. Así se aprecia a la totora en la laguna del lago San Pablo, Otavalo-Imbabura.

Al filo del lago San Pablo crece esta planta que sirve de materia prima para adornos y hasta muebles.

La totora es una planta que se encuentra en las lagunas y los pantanos del país y fue utilizada desde los antiguos pobladores de la Sierra ecuatoriana para trabajar las esteras, que eran usadas como camas, y los aventadores que servían para avivar el fuego de las fogatas y los fogones donde se cocinaba.

En la actualidad, y gracias a la capacitación en la que han emprendido los indígenas kichwas de Otavalo, como los agrupados en la Asociación de Totoreros de la comunidad de Chachiviro, de la parroquia San Rafael de la Laguna, es que ya no solo trabajan las esteras sino una variedad de canastas para diferentes usos y otros objetos que sirven de adornos y que tienen gran demanda entre los turistas nacionales y extranjeros que casi todos los días llegan hasta el muelle flotante Kaimanta Rikuna del lago San Pablo para disfrutar de un paseo en lancha, de comida y de las artesanías.

Bien organizados

Antonio Aguilar, presidente de la Asociación de Totoreros de la comunidad de Chachiviro, cuenta que varios de los artesanos de la zona decidieron agruparse desde el año 2013 con el fin de capacitarse y sacar nuevos productos y nuevos diseños. Hoy son 19 los miembros de esta agrupación, pero en realidad dice que dan trabajo a muchas más familias de la zona.

Asimismo, indicó que comparten conocimientos con varios de los artesanos totoreros que se encuentran en las nueve comunidades que tiene la parroquia de San Rafael, con el fin de que ellos también tengan una fuente de labor y de ingresos.

La zona de San Rafael es netamente totorera. El visitante, mientras recorre las calles de ingreso hasta el muelle del Lago San Pablo, se da cuenta de la existencia de grandes atados de totora en casi todas las casas indígenas y en varias de ellas se aprecia a los artesanos dando forma a este vegetal, que debe pasar por un proceso para ser usado y tejido.

El trabajo

Aguilar destaca que son los mismos artesanos quienes ingresan a la laguna, hasta cuando el agua les llega a aproximadamente metro y medio de altura, en busca de la totora madura y, como son expertos, ya reconocen el momento de la cosecha.

Inmediatamente la tienden al piso aprovechando los rayos del sol para orearlas; luego la clasifican por medida de ancho y largo y la ponen nuevamente a secar hasta que tome una tonalidad amarilla y la almacenan.

Un día antes de trabajarla la remojan con el fin de que se vuelva suave y moldeable para que les permita tejer sombreros, canastas, paneras, llaveros, animales (llamas, caballos, cerdos, patos…), bisutería y hasta muebles, estos últimos bajo pedido. (CM)

Trabajo

Ingenio

Los aventadores son los más baratos, cuestan 1,50 dólares.

Hay llaveros en forma de animales que son vendidos en 2 dólares.

Las canastas cuestan desde 5 dólares en adelante, dependiendo del tamaño.

También elaboran juegos de muebles que sobrepasan los 1.000 dólares.

Es una planta americana

La totora no solo tiene historia en Ecuador. En otros países andinos existen vestigios de su utilización. En el norte de Chile, en Arica, se utilizaba para la elaboración de recipientes o vasijas para el transporte de vino y productos de comercio a través de navíos y animales de carga.

En Perú existen hasta hoy en día los famosos caballitos de totora que navegan como parte de un proyecto turístico por toda la bahía de Huanchaco.

En Bolivia la utilización de la totora fue más importante: en el lago Titicaca se acostumbraba a construir las casas sobre balsas de totora y se tejía esteras para el servicio de gobernadores y caciques. (Fuente: totoraecuador.blogspot.com)