Redacción WASHINGTON
El optimismo por la efectividad de las vacunas ha dado paso a la alarma en EE.UU., que ve cómo los ingresos hospitalarios han vuelto a niveles del invierno pasado, debido a la expansión de la variante Delta y el estancamiento de la campaña de inmunización contra la Covid-19.
Hasta el 3 de agosto de 2021, habían 55.767 pacientes hospitalizados por la enfermedad en centros de EE.UU. Se trata de cifras no vistas desde finales de febrero pasado, según el Departamento de Salud y de Servicios Humanos (HHS, en inglés).
De hecho, los números de los últimos dos días triplican a los de hace un mes, cuando había unos 16.000 pacientes de Covid-19 ingresados en centros sanitarios.
Los datos del lunes y el martes suponen una ocupación de más del 7,7% del total de camas hospitalarias del país, aunque la situación es desigual dependiendo del estado.
De acuerdo con el HHS, el lugar de EE.UU. con el mayor porcentaje de ocupación es Florida, epicentro actual de la pandemia del país, donde más del 25% de las camas están ocupadas por enfermos de Covid-19.
Pese a que el panorama es dramático en ese estado, el gobernador, el republicano Ron DeSantis, trató este 3 de agosto de minimizar el repunte de la pandemia y reiteró que no tomará medidas como ordenar el uso de tapabocas.
Los expertos atribuyen esta nueva ola de la pandemia en EE.UU. a la expansión de la variante delta, el estancamiento de la vacunación y a la reticencia en algunas zonas a adoptar medidas de prevención como el uso de las mascarillas, que se ha politizado en el país. EFE