Los analistas coinciden en que los resultados en las elecciones primarias del domingo constituyen un “voto castigo” del pueblo.
Redacción BUENOS AIRES
“Evidentemente algo no hemos hecho bien”. Esa fue la reacción del presidente argentino Alberto Fernández tras los resultados negativos obtenidos por el oficialismo el domingo en las elecciones primarias legislativas. El Frente de Todos se impuso solo en siete de los 24 distritos electorales.
Tras la impresión inicial por los resultados, los analistas coinciden en señalar que los resultados electorales cosechados por el llamado ‘kirchnerismo’ constituyen un voto de castigo contra el Gobierno.
Análisis de resultados
Los politólogos también coinciden en que el descontento de los argentinos con el Gobierno de los Fernández (la expresidenta Cristina Fernández es la vicepresidenta) tiene que ver con su manejo de dos asuntos claves que van de la mano: la economía y la pandemia.
«Sin dudas fue un voto económico«, dice Facundo Cruz, politólogo de la Universidad de Buenos Aires y la Universidad Torcuato Di Tella, a la cadena BBC.
«El gobierno esperaba que con conseguir vacunas alcanzaría para tapar los problemas económicos, los escándalos y los problemas internos». «Pero no logró llevar dinero al bolsillo de la gente«, resume.
El principal problema que aqueja a los argentinos es la inflación, que se disparó durante los dos últimos años del gobierno de Mauricio Macri, y hoy vuelve a rondar el 50% interanual.
Con precios que aumentan entre un 3% y 4% cada mes -más que la inflación anual de muchos países- y sueldos, jubilaciones y ayudas estatales que no suben a la par, casi la mitad de la población ha caído por debajo de la línea de pobreza, según cifras del Consejo de Coordinación de Políticas Sociales del gobierno.
Adicionalmente, el Ejecutivo argentino arrastra errores ocurridos a raíz y durante la pandemia que constituyen un lastre. Está, por ejemplo, el caso llamado ‘vacunatorio VIP’, en el que allegados y personajes del Gobierno accedieron a dosis antes que la población. También el escándalo de la celebración en la casa presidencial durante la fase más dura de la pandemia.
Pero lo que más recuerdan los argentinos es la prolongación del confinamiento, que dejó secuelas económicas y sociales y no contuvo los contagios ni muertes por Covid-19. (LAG)