Corrupción e inseguridad, los retos de Arévalo en Guatemala

Autoridad. El presidente de Guatemala, Bernardo Arévalo.
Autoridad. El presidente de Guatemala, Bernardo Arévalo.

Redacción CIUDAD DE GUATEMALA

El presidente de Guatemala, Bernardo Arévalo de León, cumplió este 14 de febrero de 2024 un mes de Gobierno intentando hacer frente a los retos que heredó de sus antecesores que incluyen unas instituciones públicas carcomidas por la corrupción, la inseguridad que bombardea a los ciudadanos y la convivencia con la fiscal general, Consuelo Porras Argueta, que intentó evitar su toma de posesión.

Arévalo recibió la banda presidencial de Guatemala el 14 de enero para sustituir a Alejandro Giammattei (2020-2024) y en sus primeras semanas de mandato ha concentrado el trabajo de su gabinete en identificar anomalías y corrupción dentro de las instituciones públicas, que durante la campaña se comprometió a «recuperar».

El mandatario, de 67 años, inició su Administración con la atención de la sociedad civil y comunidad internacional, debido a que desde el 12 de julio de 2023, la Fiscalía, dirigida por Porras Argueta, lanzó repetidos intentos judiciales para truncar su victoria electoral y evitar que ocupara la silla presidencial.

Este mes, Arévalo sumó dos intentos fallidos para concretar una reunión con la fiscal, a la que acusó de orquestar un “golpe de Estado” en su contra en 2023; ha buscado revertir polémicas decisiones de su antecesor y potenciar sus esfuerzos por mejorar la relación de Guatemala con Estados Unidos y la Unión Europea. EFE