Lula inicia 2024 con un nuevo choque electoral contra Bolsonaro en el horizonte

Luiz Inácio Lula da Silva y Jair Bolsonaro. (EFE)

El presidente de Brasil, Lula da Silva, deberá enfrentar una prueba de fuego con las elecciones municipales de octubre. Renovarán los alcaldes de 5.568 municipios y enfrentará a los aliados de Jair Bolsonaro. 

Las elecciones municipales de octubre en Brasil supondrán el mayor desafío político para el presidente Luiz Inácio Lula da Silva en 2024, un año que le plantea un nuevo choque con la derecha del exmandatario Jair Bolsonaro.

Lula completó el 1 de enero el primer año de su nuevo mandato y todo su foco político ya está puesto en unas municipales que, a partir de marzo, cuando comenzarán a definirse las candidaturas, volverán a sumergir al país en clima de campaña.

Pese a su carácter local, esos comicios, en los que se renovarán los alcaldes de 5.568 municipios, son considerados un termómetro de la gestión del Gobierno federal casi a mitad del mandato de cuatro años y del ánimo del elector ya de cara a las presidenciales, que tendrán su próxima edición en 2026.

Esta vez tendrán un valor añadido, pues volverán a poner frente a frente, tras las convulsionadas presidenciales de 2022, al progresismo de Lula y a la derecha que lidera Bolsonaro.

Además, pondrán a prueba a la pragmática y variopinta coalición formada por Lula con partidos que van desde la izquierda hasta la derecha más moderada y que acudirán divididos a estos comicios.

«No sabemos cómo será esa elección, pero sinceramente creo que será otra vez Lula contra Bolsonaro, disputando en los municipios», dijo el líder progresista en un reciente congreso del Partido de los Trabajadores (PT), que fundó en 1980 y controla con mano de hierro desde entonces.

Bolsonaro, inelegible pero en campaña permanente

La Justicia Electoral le declaró «inelegible» durante ocho años, período en el que Jair Bolsonaro no podrá postular a cargo alguno.

Aun así, Bolsonaro ha dicho que las próximas municipales serán una plataforma para «defender su legado» y reconquistar el voto de los electores conservadores.

Desde mediados de este año, se ha dedicado a recorrer el país y a recomponer a la tendencia de cara a las municipales, con un duro discurso contra la gestión de Lula y todo el progresismo en general.

En casi todas las ciudades que ha visitado ha reunido multitudes y alentado la polarización política que ha marcado al país durante los últimos años.

Al frente del Partido Liberal (PL), Bolsonaro sostiene que su intención es que esa formación tenga candidatos propios en unas 3.000 de las 5.568 ciudades, incluidas las 26 capitales regionales.

La meta es vencer «al menos» en un millar y darle «capilaridad» a la derecha para las presidenciales de 2026, en las que aún no podrá presentarse.