‘Confían’ sus dolencias a las manos de don José Barberán

J. SOBADOR 1
RADICIÓN. Decenas de personas llegan a diario hasta la casa de don Juan Barberán, ubicada en El Empalme.

El adulto mayor lleva décadas dedicado a sobar espasmos, torceduras y a curar el ‘mal de ojos’.

Al igual que yerberos, parteras y adivinos, los sobadores forman parte de una tradición que no se pierde y que vive gracias a las esperanzas que depositan las personas que confían en este trabajo.
No hay un título profesional que avale lo que hacen, pero para ellos, sus años de experiencia son más que suficientes para sanar dolencias como espasmos, torceduras, ‘acomodar el patrón, sanar el ‘mal de ojo’ y otras ‘enfermedades’, por así llamarlas.
No se conoce con exactitud el número de personas que se dedican a esto, pero lo cierto es que en El Empalme (Guayas) hay un adulto mayor que tienen una amplia trayectoria y que solo con mentol (y en ocasiones velas y huevos) logra, según sus clientes, lo que no consiguen los médicos.

Tradición

Uno de los sobadores más populares es don José Barberán, de 78 años de edad.
Su ‘consultorio’ queda en el interior de una casa de caña, que a la vez sirve por las noches como ‘guarida para aves’.
La camilla es una antigua silla de madera y sobre una mesa hay velas, recuerdos, estampas, y otros múltiples objetos que han sido destruidos por el paso de los años.
En el piso hay un tacho lleno con cáscaras de huevos, como señal viva de la presencia de decenas y decenas de personas que le visitan cada día.
Por lo regular, a don José hay que llamarlo en repetidas ocasiones, y no es porque tenga problemas auditivos, sino que la mayor parte del día pasa en la finca que queda en la parte posterior de su casa.
No habla mucho, solo se limita a preguntar qué es lo que duele y a pedir el ungüento.
De allí empieza a untarlo por la extremidad afectada y poco a poco, como él lo describe, detecta el daño y procede a su sanación, cuando se trata de torceduras o zafaduras.
Cuando hay un ‘mal de ojo’ el elemento complementario es un huevo, que luego de pasarse por el cuerpo es quebrado sobre un vaso lleno hasta la mitad de agua.

Interpretaciones

Después de observarlo de manera detenida, brinda su ‘diagnóstico’, entre los ‘problemas’ más comunes están: mal ocasionado por otra persona (si sale un manto en el huevo), energías negativas (si alrededor de la yema hay burbujas), exceso de preocupaciones (si la yema adquiere forma de persona o un animal), envidia (si surgen picos como agujas),
enfermedad (puntos negros y/o rojos), ‘mal de ojo’ (si la yema tiene burbujas, picos y se pone algo turbia), magia negra (si la yema baja hasta el fondo del vaso cuando rompes el huevo) y cansancio físico (si aparecen figuras enroscadas en el huevo).


‘‘El ‘mal de ojo’ se le atribuye a la mirada fuerte de algunas personas y esto se ha registrado por muchos años. Es una creencia popular donde supuestamente una persona tiene la capacidad de hacerle daño a otra tan solo con mirarla’’, refiere don José, quien solo sonríe cuando escucha que sus clientes gritan o gimen por el dolor.
‘‘Yo se lo aprendí a mis padres, y con el paso de los años se va aprendiendo más y más’’, dijo don José.

Creencia

Mes y medio pasó desde que Juan Triviño tuvo un accidente de tránsito en su motocicleta.
Recordóque que un sábado en la noche regresaba a su casa cuando resbaló en un camino de piedras y el liviano vehículo le cayó encima.
Desde allí le comenzó a doler el hombro y brazo izquierdo, las molestias incrementaban en las noches.
Por eso, acudió a un centro de salud donde le enviaron medicamentos, pues solo se trataría de un desgarre o algo así.
Pero las molestias no cesaban y cada vez le costaba más alzar la mano.
Después de la insistencia de sus familiares y amigos accedió ir donde don José.
Para aquello, solo llevó mentol y unas cuantas monedas para para cancelar.
Don José lo atendió y luego de sobarle el brazo en repetidas ocasiones y hacerle movimientos circulares le ‘calzó’ el hombro, pues lo tenía ‘suelto’.
Juan manifestó que pegó un solo grito y escuchó un ‘crack’, de allí, poco a poco y con el paso de los días fue mejorando.
En la actualidad ha recobrado un mayor movimiento en el brazo y en sus ‘cuentas’ ya está listo para ‘volver al ruedo’ (jugar índor y ecuavóley) en un par de semanas.

Tragedia

Don José Barberán vive en la vía Guayaquil, sector Seguro Social. Su casa quedó reducida a cenizas el 8 de junio de 2023. Hasta la fecha se desconocen los motivos que causaron esta desgracia que dejó como resultados pérdidas materiales y varios animales muertos. La rápida y oportuna intervención del Cuerpo de Bomberos El Empalme permitió controlar las llamas, el aporte de voluntarios le permitió salir adelante y levantar una mejor vivienda. (JO)