La llegada de las precipitaciones ha provocado un empeoramiento en las vías de Santa Rufina. Los moradores temen quedarse sin contacto con el resto del cantón.
CHAGUARPAMBA. Las constantes precipitaciones y una obra abandonada han provocado la preocupación de los habitantes de la parroquia Santa Rufina del cantón Chaguarpamba, pues el mal estado vial no ha recibido atención por parte de las autoridades correspondientes. Actualmente, las vías de acceso que permiten trasladarse a la escuela Condorazo, colegio Matilde Hidalgo de Procel y al centro de salud son intransitables.
Ángel Armijos, vocal del GAD de la parroquia, manifestó la necesidad de declarar un estado de emergencia y la atención inmediata, ya que son más de 200 estudiantes los que estarían siendo afectados a diario por una vía que llevaba más de un año en construcción y fue abandonada por la empresa contratada por la Prefectura de Loja.
Incumplimiento
AsphaltVias CIA LTDA, encargada de la obra, bajo la contratación de la Prefectura de Loja, debía entregar la vía terminada en diciembre de 2022, sin embargo, en octubre se declaró en quiebra, dejando a obreros con pagos pendientes y, como lo califican los moradores, “una intervención mal hecha”.
“No existe la compactación correspondiente y ese material que colocaron es de río, al no estar la mezcla con arcilla y material de cantera muy fácilmente, este se iba a lavar con la primera lluvia. Adicionalmente, los canales de riego, utilizados por nuestros agricultores, también fueron afectados por un trabajo mal hecho de esta empresa”, explicó Armijos.
Ante el reclamo hecho a la prefectura, el vocal dio a conocer que la respuesta del prefecto Rafael Dávila fue poco empática, solicitando la espera de uno a cuatro años, tiempo en el que se cerraría el juicio con la constructora para dar paso a una nueva contratación.
“El prefecto nos dijo que debemos esperar hasta cuatro años por el juicio de por medio, pero tampoco nos han dado soluciones que ayuden de forma inmediata porque la emergencia es hoy. Los estudiantes más pequeños no pueden ir a la escuela, los adultos mayores no van al centro de salud porque eso es imposible de recorrer. Yo le pregunto al señor Dávila, ¿qué hacemos cuando la comunidad esté totalmente cerrada?, ¿cómo subsistimos si nuestros ingresos provienen de la agricultura?, y ¿dónde está el fiscalizador de la obra?”, agregó.
Para asegurar que los montos pendientes sean cancelados, los moradores procedieron a retener la una retroexcavadora, única maquinaria de la empresa.
Intervención de la comunidad
Ante la falta de respuesta, la única solución de los moradores fue construir puentes improvisados con madera, piedra y otros recursos, que, por supuesto, “salieron de sus bolsillos”.
“Nos hemos trasladado al sector de la vía con material nuestro, además estamos analizando las condiciones para construir un pase más sólido, es decir, con cemento, porque lo que hemos realizado ahora es colocar madera, piedras y de alguna forma material improvisado”, mencionó.
EL DATO
El trabajo en la vía de Santa Rufina debía entregarse en diciembre de 2022.