El nombre de Carlota Ortega, consagrado en la historia musical ecuatoriana

El nombre de Carlota Ortega, consagrada en la historia musical ecuatoriana
ARTISTA. Carlota Ortega, lojana multifacética, una de las compositoras más destacadas del país.

Ha recibido más de 110 condecoraciones por su increíble talento al momento de componer melodías. Sus letras poéticas han llegado a miles de oídos y lo seguirán haciendo generación tras generación.

La lojana Carlota Eugenia Ortega Sanginez es una voz única en la composición ecuatoriana actual. La fuerza de su música proviene de sus ritmos y colores serranos, de sus sutiles ecos vanguardistas, y de su abierto lirismo latinoamericano. Siendo compositora y poeta, sus palabras musicalizadas gozan de intensidad, naturalidad y durabilidad. A más de ser una compositora destacada, Ortega ha publicado escritos e investigaciones.

El nombre de Carlota Ortega, consagrada en la historia musical ecuatoriana
RECONOCIMIENTO. Ecuatoriana más condecorada.

Nació en Catacocha el 7 de agosto de 1953 y creció en una familia de gran estirpe artística. Su padre, Julio Ortega Espinosa, fue de quien heredó el gusto por el bello arte de la música y le brindó sus primeras enseñanzas en composición y armonía. Inicialmente, su camino en este arte comenzó cuando se convirtió en la primera calígrafa en el Conservatorio de música Salvador Bustamante Celi, bajo la dirección del maestro Edgar Palacios y como integrante en la Orquesta Sinfónica de Loja, ganando una gran fama y reconocimiento.

A lo largo de su trayectoria ha compuesto albazos, pasacalles, sanjuanitos, danzantes y sobre todo los pasillos de gran belleza, por lo que con justicia ha sido llamado ‘La primicia Andina’, pero sin duda ha destacado en el género de símbolos patrios institucionales como escudos, banderas, letras y música de himnos, que suman más de 50 temas inéditos.

Ha musicalizado los versos de destacados poetas nacionales como: Dr. Marcelo Reyes, Dr. Carlos Correa, Dres. César Augusto (+), Edgar Fabián y Lic. César Maldonado, Dr. Antonio Castro, Sub-Oficial Nelson Ortiz, Prof. Carlos Ortega (+), Lic. Flavio Gualán (+), entre otros reconocidos literatos, que con sus creaciones han llegado al pentagrama musical ecuatoriano.

El talento de Carlota no solo se ha concentrado en la música, pues además es académica, multifacética y autodidacta, verdadero ejemplo para las nuevas generaciones, ha realizado presentaciones bajo la tutela de afamados maestros en múltiples actividades del arte.

Actualmente, continúa desempeñándose como promotora, manager de artistas, escritora, investigadora, cineasta, autora-compositora, cuyo legado le ha permitido hacerse acreedora a más de 110 condecoraciones y múltiples reconocimientos.

El nombre de Carlota Ortega, consagrada en la historia musical ecuatoriana
LOJANA. Reconocimiento al ser una ejemplar embajadora de la música y cultura lojana.

¿Quién es Carlota Ortega?

Carlota Ortega ha demostrado ser una persona con sensibilidad de artista, con una gran pasión por el arte a más de la vocación que tiene como música, para crear melodías destinadas a la inmortalidad, por el sentimiento popular recogido con fidelidad en ellas. En los himnos elaborados ha dejado su impronta y pasarán legiones entonando en coro estas melodías de personajes famosos que han hecho posible estimular las actitudes del intelecto para pueblos e instituciones.

¿Cómo se siente ante su gran aporte al arte lojano?

Me siento llena orgullo y felicidad de que mi trabajo haya llegado hasta dónde está y es que ese es el sueño de uno, aportar y hacer crecer el arte. Gracias a todos quienes me han acompañado a lo largo de los años.

¿Cómo ve a Ecuador en el ámbito de las artes?

Ecuador es extremadamente rico en expresiones artísticas populares, pero lamentablemente muchas veces se le presta más atención a aquellos ilustres personajes que ya perdimos. No digo que no debemos tenerlos presentes porque forman parte de nuestro legado, solo que uno, que ha aportado al arte, no debe morir para recibir ese reconocimiento y apoyo para continuar impulsándolo.