Leucemia, una enfermedad que sí tiene cura

Leucemia, una enfermedad que sí tiene cura
ENFERMEDAD. La leucemia prolifera los glóbulos rojos en la sangre y en la médula ósea.

El consumo de productos químicos motiva su desarrollo. Existen tratamientos con resultados alentadores.

Las leucemias son catalogadas como un grupo de enfermedades malignas (cancerosas) de la sangre, caracterizadas por una producción exagerada e incontrolada de glóbulos blancos anormales en el interior de la médula ósea. Esta proliferación de glóbulos blancos impide la fabricación normal de otras células que también proceden de la médula ósea, como los glóbulos rojos y las plaquetas.

Según datos publicados en el 2018 por la Organización Mundial de la Salud (OMS), los decesos por leucemia en Ecuador han llegado a 949 (1,29% de todas las muertes).

Para la hematóloga lojana, Ivanova Álvarez, algunas causas que la originan son las mutaciones genéticas que producen alteraciones dentro de las células de la sangre. Estas mutaciones pueden ser congénitas o adquiridas por agentes externos o hábitos tóxicos. Las congénitas se pueden asociar a enfermedades propias de la niñez, como el síndrome de Down o síndrome de Fanconi; mientras que las adquiridas se asocian a sustancias como el benceno, que es un derivado del petróleo y que puede estar presente en insecticidas, gasolina, pintura, diluyente, en el humo del cigarrillo, en la fabricación de ciertos artículos plásticos; asimismo, se puede asociar a la exposición excesiva a radiaciones ionizadas o a tratamientos quimioterápicos realizados con anterioridad.

PROFESIONAL. Ivanova Álvarez labora en el Consorcio Médico de Especialidades Médicas, torre II, consultorio 405.

En entrevista con diario La Hora, Ivanova Álvarez explica los síntomas, complicaciones, entre otros aspectos propios de la enfermedad.

¿Cómo saber si soy portador de leucemia?

Los síntomas los podemos clasificar en dos grandes grupos: en la infiltración tumoral del sistema hematopoyético y en la infiltración de órganos secundarios. En el primer caso, las células normales no se desarrollan de manera normal, por ende, se puede crear una anemia leve o severa, una trombocitopenia, una leucopenia. Esto origina cansancio, desconcentración, falta de deseo por hacer las cosas, repetidas infecciones o infecciones que no se curan pese a los medicamentos aplicados. También puede provocar sangrado por la nariz, sangrado al momento de cepillar los dientes, sangrados del periodo menstrual no habituales, o inclusive, manifestaciones dermatológicas como moretones o puntos rojos en la piel.

En el segundo caso, la infiltración de otros órganos como el bazo, hígado, testículos, sistema nervioso central, piel, entre otros, puede derivar en el crecimiento del perímetro abdominal en un corto periodo de tiempo. La infiltración de los ganglios linfáticos puede producir pérdida de peso, sudoración por las noches, fiebres inesperadas. Por su parte, la infiltración del sistema nervioso central origina mareos, pérdida del conocimiento, convulsiones, pérdida de la visión.

¿Hay complicaciones?

Sí. Algunas complicaciones secundarias a la quimioterapia son las alteraciones cardiacas, alteraciones del sistema renal y hepático, y la aparición de segundas neoplasias, que son crecimientos anormales de tejido que siguen a una neoplasia previa, pero que no son una metástasis de esta.

¿Con qué tratamientos cuentan?

Afortunadamente, la tecnología ha avanzado a pasos agigantados en el ámbito de la Hematología. En la actualidad, tenemos muchos recursos químicos y biológicos para el manejo de los pacientes.

Entre los procedimientos que se aplican están las quimioterapias y radioterapias, dos métodos que, junto a las inmunoterapias, arrojan resultados alentadores contra una leucemia aguda. Luego, se debe hacer una consolidación con un trasplante de médula ósea, a fin de garantizar bienestar a largo tiempo.

En la actualidad también se procede con una terapia de células T, es decir, los laboratorios equipados con biotecnología modifican nuestras células para que ataquen a las portadoras de cáncer.

RIESGO. Las personas que tienen contacto frecuente con productos tóxicos son más propensas a padecerla.

¿Qué recomendaciones debe considerar la gente?

Algunas veces las personas creen que la leucemia no tiene cura, lo que limita el acceso a los tratamientos. Hoy en día, con el avance tecnológico tenemos una excelente taza de remisión hematológica completa, logrando que muchos pacientes se curen.

En nuestro país está comprobado que 8 de cada 10 niños que reciben un diagnóstico de leucemia linfoblástica aguda, logran una remisión completa. En el caso de los adultos, la taza baja a un 40%, ya que su organismo desarrolla comorbilidades previas.

Recomienda a las personas que estén atentas a los signos de alarma antes mencionados, y que reciban atención médica de forma oportuna. Es importante consumir alimentos saludables y evitar productos que integren químicos o conservantes (enlatados). Esta medida permitirá que estas sustancias tóxicas tengan menor contacto con nuestro organismo, lo que reduce la probabilidad de formar mutaciones genéticas que den cabida a la leucemia. También se debe evitar radiaciones innecesarias de las radiografías, tomografías, entre otras.

TOME NOTA

Las leucemias no son contagiosas. Han mejorado extraordinariamente su pronóstico en los últimos años.

EL DATO

A escala mundial, se estima que la incidencia de las leucemias agudas es de 20 a 35 casos por cada millón de habitantes al año.

EXTRACTO

“La leucemia ha incrementado en los últimos años, debido al mayor consumo de productos tóxicos” – Ivanova Álvarez.