Todos los años el mes de agosto esta parroquia recibe a miles de devotos de la sagrada imagen de la Virgen del Cisne, quienes acuden desde todas las regiones del país, incluido los fieles del norte del Perú, que llegan a cumplir con sus promesas.
Una de las acciones de las autoridades es organizar los puestos de comercio que se apostarán en este sitio, esta vez se ubicarán por giros de negocio en los espacios destinados por el Ayuntamiento que será fuera del centro parroquial, es decir, no se permitirá ventas en la plaza central ni en las calles alrededor de la basílica.
Fabricio Palacios, jefe distrital de El Cisne, comenta que el 80% de los habitantes se dedican al comercio en el mes de agosto y por ello es importante el ordenamiento de las ventas como comida, ropa, reliquias, velas, horchatas y comida rápida.
Esta decisión se tomó en conjunto con las autoridades de la parroquia en vista que la calle Harri Morales, adyacente a la iglesia fue intervenida y es parte de la regeneración urbana de El Cisne, además, es preciso dejar las vías expeditas para que los organismos de socorro puedan actuar de inmediato ante cualquier eventualidad.
Pirotecnia
Hace algunos años hubo una emergencia en este sitio por la mala manipulación de la pólvora que utilizan para la fabricación de los castillos, tomando como referencia esta situación, se ha planificado que todo el material de pirotecnia esté a un kilómetro de la parroquia, así como se exigirá el permiso de las Fuerzas Armadas.
“Daremos el espacio necesario y la seguridad correspondiente con una brigada de bomberos y un vehículo para que se construyan los castillos, será un lugar específicamente para esta actividad”, señala Aníbal Rojas, responsable de la estación de Bomberos en El Cisne.
El plan de contingencia está listo y dentro del mismo contempla la socialización con la comunidad. En los próximos días se reunirán con las asociaciones de comerciantes, dueños de restaurantes y hoteles, en donde se dará a conocer las medidas adoptadas.