La infraestructura está junto a la cárcel de Ibarra y los padres de familia protestan para que se reubique a los presos, no a los estudiantes.
Redacción IMBABURA
El funcionamiento de una unidad educativa junto a una cárcel probablemente no sea una situación muy común. Sin embargo, esto sucede en la ciudad de Ibarra, en el norte de Ecuador, desde hace más de 20 años.
Esta situación provoca constantes enfrentamientos entre autoridades gubernamentales y padres de familia, quienes cuestionan la decisión de sacar a los alumnos de las instalaciones que corresponden actualmente al bloque 2 de la Unidad Educativa 28 de Septiembre, para incluso pensar en ampliar la cárcel.
A pocos días de iniciar un nuevo año lectivo en el régimen Sierra – Amazonía, Irma Ordóñez, presidenta de los padres de familia de la 28 de Septiembre, dijo que desde el 29 de agosto de 2022 se tomaron las instalaciones del bloque 2, porque consideran que no se cuenta con sitios adecuados para que los alumnos sean trasladados, priorizando a los presos y no a los jóvenes y niños estudiantes.
“Vemos que las autoridades del Ministerio de Educación están defendiendo más a los privados de libertad que a la educación. Hoy (30 de agosto de 2022) vamos a comenzar una huelga de hambre. Están amenazando a los profesores que nos apoyan. Nosotros estamos luchando por los derechos de los estudiantes, de una escuela centenaria como es la 28 de Septiembre”, mencionó.
El coordinador zonal del MInisterio de Educación, Fernando Martínez, aseguró que la reubicación es algo que se trata desde hace cinco años. Agregó que en reuniones con padres de familia se expuso que el año lectivo que culminó en julio pasado era el último que iban a funcionar junto a la cárcel.
“Si bien es cierto que existe una posición de los padres de familia de que debe seguir funcionando la unidad educativa en el bloque 2 de la 28 de Septiembre, junto a la cárcel de Ibarra, también hemos indicado que tenemos estudios donde se evidencia que existe cierta vulnerabilidad para los estudiantes al funcionar en esa infraestructura”, dijo.
Según Martínez, entre los problemas identificados está que las paredes no son blindadas, que puede existir cualquier tipo de afectación a estudiantes y docentes si es que hay algún problema en la cárcel.
Adicionalmente, expuso que realizaron análisis y ven una tendencia a la disminución de estudiantes en el plantel, añadiendo que podría ser un fenómeno por la inestabilidad que ha existido desde hace cinco años en la institución.
“No es reciente y de cierta manera inclusive tiene que ver con un daño emocional en docentes y estudiantes. También hemos planificado, revisando los datos, identificando que existe sobrepoblación en estas unidades educativas, por ejemplo al ver que hay cinco paralelos por cada uno de los años, con 20 estudiantes, cuando la normativa indica que nosotros podemos tener un aforo máximo de 40 estudiantes. Sin embargo, con el análisis que hicimos de reestructuración, hemos podido optimizar paralelos con 30 a 35 estudiantes”, dijo.
Buscan sitio para estudiar
Las alternativas que el Ministerio de Educación plantea para reubicar a los estudiantes consisten en separar a los diferentes niveles educativos en diversas instituciones.
Por ejemplo, según Martínez, en el bloque 1 de la 28 de Septiembre se piensa repartir a la mayoría de paralelos del bloque 2, donde además se ofreció a los padres de familia la posibilidad de unificar la institución con la Unidad Educativa Víctor Manuel Peñaherrera, con el propósito de optimizar recursos e infraestructura.
Sin embargo, desde la comunidad educativa afirman que ninguna de esas opciones es viable, por lo que decidieron protestar tomándose las instalaciones, que no es la primera medida que han adoptado desde años pasados para evitar el cambio de sitio.
Patricia Rivera, madre de familia del plantel, dijo que están dispuestos a dejar el bloque 2 de la 28 de Septiembre, “siempre y cuando se les provea a los estudiantes instalaciones para una educación digna, no de arrimados en otra institución”.
“Dicen que hay disminución de estudiantes, pero eso es falso, porque el Ministerio de Educación mismo cerró el sistema para que no haya más inscritos nuevos. Por ejemplo, en inicial el año anterior teníamos tres paralelos y hoy solo uno, pero no es por falta de estudiantes, sino porque cerraron los cupos”, afirmó.
Ordóñez, por su parte, agregó que tras conversar con los directivos de los planteles donde se les piensa reubicar, se conoció que ninguno está abierto a esa posibilidad: “El Víctor Manuel Peñaherrera no está dispuesto a recibirnos, ni a fusión. La opción de la María Angélica Idrobo tampoco es viable y ahora los docentes no atinan a dónde mover a los estudiantes del bachillerato de la 28 de Septiembre”.
Criticó también la iniciativa de ampliar el centro de rehabilitación en la zona actual, que es residencial, a pocos metros del centro de la ciudad y con otras instituciones educativas, hasta de tercer nivel, en el perímetro.
“Corren peligro los moradores de los barrios, hay otros bloques pequeños, está el colegio Fátima, el Oviedo, San Francisco, la Uniandes, o sea ampliar un centro de rehabilitación en pleno centro urbano es algo injusto”, comentó.
Por el momento, mientras aún siguen tomadas las instalaciones del bloque 2, el Ministerio de Educación fue enfático en que este año lectivo ningún plantel funcionará junto a la cárcel.
“Lastimosamente, existe una negativa por parte de padres de familia, que entiendo ven su posición personal, pero no de la parte educativa. En ese sentido hemos sido claros en que el bloque 2 ya no funcionará junto a la cárcel y entregaremos las instalaciones al SNAI (Servicio Nacional Penitenciario)”, finalizó Martínez.
En la cárcel de Ibarra hay un promedio de 500 reos, mientras el bloque 2 de la Unidad Educativa 28 de Septiembre alberga a 800 alumnos.
En marzo de 2022, el Concejo Municipal de Ibarra decidió que la cárcel debía ser reubicada.