El mundo de Tamara Salazar está lleno de mujeres fuertes

LOGRO. La carchense Tamara Salazar Arce logró la medalla de plata en las Olimpiadas de Tokio 2020 este 2 de agosto.
LOGRO. La carchense Tamara Salazar Arce logró la medalla de plata en las Olimpiadas de Tokio 2020 este 2 de agosto.

La ganadora de la medalla de plata en Tokio menciona a su madre, Neisi Dajomes y Alexandra Escobar como fuentes de inspiración.

Un antiguo axioma asegura que “se predica con el ejemplo”. Y ejemplo, además de estímulo, es justamente lo que ha recibido Tamara Salazar Arce de dos mujeres poseedoras de muchas cualidades, entre ellas una gran fortaleza.

Tamara las mencionó luego de coronarse como subcampeona olímpica en la categoría 87 kilogramos de halterofilia (levantamiento de pesas), la madrugada (anochecer en Japón) de este 2 de agosto de 2021, en los Juegos Olímpicos de Tokio.

Salazar se convirtió así en la segunda ecuatoriana en obtener una medalla olímpica. Ocurrió a día seguido, pues su colega y amiga Neisi Dajomes se había convertido en la primera el 1 de agosto, al coronarse como la reina de los 76 kilogramos y adjudicarse la de oro.

Y, precisamente, el nombre de Dajomes fue junto al de su madre los primeros que Tamara Salazar mencionó como inspiración luego de obtener la medalla de plata en Tokio.

“Antes de competir recibí una videollamada de mi madre quien me dijo: «Mija,  usted puede…» Ella es mi mayor motivación y ahora estoy aquí, con una medalla olímpica, aún sin creérmelo…”, aseguró la subcampeona olímpica con una sonrisa que no se borraba de su cara.

Y tampoco dejó de resaltar el estímulo de ver a Neisi Dajomes ganar la medalla de oro el día previo (1 de agosto). “Cuando Neisi levantó ayer su medalla de campeona olímpica me motivó mucho”, reconoció la subcampeona y segunda mujer ecuatoriana en obtener una presea en unos juegos olímpicos, en general, y en la disciplina de la halterofilia, en particular.

Admiración mutua

El apoyo y admiración mutuo entre Salazar y Dajomes viene desde que eran niñas y se iniciaron en la práctica de la halterofilia. “Más que compañera, ella es como mi hermana y Dios nos dio la posibilidad de estar cada una aquí en su categoría”, aseguró Tamara en referencia a su amiga Neisi.

Y como el cariño es recíproco, Dajomes no dudó en felicitar públicamente a la medallista de plata por su logro. Lo hizo a través de una entrevista que le realizó la velocista ecuatoriana Marisol Landázuri y que se difundió en redes sociales. “Le felicito, negra”, resumió la ganadora del oro.

Pero antes, resaltó que el sueño de llegar a unas olimpiadas y obtener medallas fue algo que compartieron juntas desde que eran niñas. Dajomes también valoró la tenacidad de su compañera y recordó que pasó muchas dificultades sin rendirse para subir al podio olímpico.

Pero la madre y la medallista no son el único ejemplo que guía a Salazar. En sus declaraciones tras subir al podio mencionó, además, a la levantadora de pesas ecuatoriana Alexandra Escobar. Hace cinco años -dijo- vi por televisión la participación de la experimentada Alexandra Escobar, quien es un ejemplo a seguir; y a la (entonces) jovencísima Neisi Dajomes, que empezaba en los Juegos Olímpicos de Río 2016, y me propuse hacer realidad el sueño de seguir sus pasos…”. (LAG)

Un camino lleno de obstáculos

Como si se tratara de una saltadora de vallas y no una levantadora de pesas, la ruta de Tamara Salazar Arce hasta el podio olímpico no ha sido fácil. La propia medallista de plata en Tokio lo dijo ayer tras conseguir la medalla.

“Viví tantos duros momentos, con entrenamientos muy fuertes y he sufrido lesiones por las que he llorado. Tuve una lesión en la rodilla, dolores en la espalda; hasta me ponía brava con mi entrenador, pero me preparé y pese a los dolores seguía adelante… Esa perseverancia me hizo llegar hasta aquí para vivir esta alegría indescriptible…”, aseguró.

Y su amiga y mentora Neisi Dajomes también destacó el esfuerzo que ha llevado a Tamara hasta la plata olímpica. “(…) Esa medalla ella se lo merece, porque ella ha luchado día a día. A pesar de todo lo que ha tenido que pasar, de todo lo que le han quitado, ella ha sabido mantenerse de pie”, aseguró la campeona olímpica y panamericana”.

Al final, como si saboreara algo largamente anhelado, la propia Salazar comentó: “Lo soñé tanto, le pedí siempre a Dios que me diera las fuerzas necesarias y ahora vivo esta una realidad, muy feliz…”.

Tamara pone a su pueblo en el mapa

La medalla de plata olímpica conseguida este 2 de agosto por Tamara Salazar Arce sacó a relucir su lugar de origen. Se trata de la localidad Pusir Grande, ubicada en el cantón Bolívar de la provincia del Carchi.

El área está poblada mayoritariamente por afrodescendientes a quienes la subcampeona en la categoría 87 kilogramos de Levantamiento de Pesas (Halterofilia) dedicó ayer su logro.

Salazar dijo, luego de bajar del podio en Tokio, que las pañoletas anudadas a modo de turbante que usa al competir, de manera similar a como lo hace la campeona olímpica Neisi Dajomes, es un reconocimiento a sus orígenes.

Añadió sentirse orgullosa de su lugar de origen y estar feliz de dar a sus habitantes la alegría de su medalla de plata.

De acuerdo con información de Internet, Pusir Grande está ubicado a 95 kilómetros al norte de Quito, 362 km al noreste de Guayaquil y 391 km al norte de Cuenca.