Albergue municipal para extranjeros deja de funcionar en Ibarra

Sitio. El albergue se ubicaba en el centro de la ciudad, en la calle Olmedo.
Sitio. El albergue se ubicaba en el centro de la ciudad, en la calle Olmedo.

Un promedio de 40 personas en calidad de movilidad humana usaban el lugar para pasar la noche.

Redacción IBARRA

Por pedido de los moradores del barrio Santo Domingo, en el centro de la ciudad, dejó de funcionar el albergue municipal de Ibarra. El lugar acogía, durante las noches, a personas en calidad de movilidad humana, en su mayoría venezolanos y colombianos.

Desde el Municipio de Ibarra se expuso que el lugar tuvo que cerrar por pedido de los vecinos, quienes pidieron una reubicación.

Natalia Navas, presidenta del barrio, declaró en medios locales que el sector se había convertido en un foco para propagación de la Covid-19, así como en una zona insegura para sus moradores.

“Nosotros lo único que pedíamos es la reubicación a un lugar más amplio, porque el espacio es muy pequeño para la cantidad de personas que ingresaban. Nosotros vivíamos frente a frente del albergue y era un poco difícil salir con nuestros hijos, con las mascotas, porque las personas pasaban acostadas en las calles, en las veredas”, dijo.

Agregó que como el albergue permitía el ingreso a los migrantes sólo a partir de las 19:00, la mayoría de veces llegaban desde la mañana para poder obtener un lugar, “mientras tanto ellos se acostaban, comían y hasta se drogaban afuera”.

Para conseguir la reubicación del albergue, los vecinos organizaron protestas pacíficas en las afueras, hasta conseguir ser escuchados por las autoridades municipales, quienes al final cedieron ante el pedido de los moradores de Santo Domingo.

Uno de los migrantes que solía pernoctar en el albergue, que pidió reserva de su nombre, detalló que hasta el lugar solo llegaban personas solteras, hombres y mujeres, a quienes les brindaban un techo para pasar la noche.

“Cuando llegué a Ecuador desde Venezuela el albergue fue mi sitio de descanso, por algunas noches, hasta poder buscar un trabajo y conseguir otro espacio definitivo. La mayoría no tiene a quien acudir y era una opción que ayudaba a muchas personas”, dijo.

Municipio no quería cerrarlo

Marcela Mena, responsable de Inclusión Social del Municipio de Ibarra, explicó que el albergue tuvo que cerrar por presión de los vecinos del barrio, a inicios de julio de 2021.

Mencionó que el espacio era de primera acogida, donde tenían un psicólogo, una abogada, brindando un servicio más allá del de un techo para las personas en movilidad humana.

“Lo que hacíamos nosotros es hacer los registros de las diferentes personas, para que las distintas organizaciones puedan reubicarlas en hoteles, en otros albergues. Ahí solamente se atendían hombres y mujeres solos, a quienes de alguna manera nadie les interviene, que eran de una lista técnica que casi nadie tenía, porqué los niños se iban a los albergues familiares con sus padres. Hay albergues para familias, otros para mujeres víctimas de violencia…”, mencionó.

Según Mena, la gente solo iba a pernoctar, entrando a las 19:00 y saliendo a las 06:00, por lo que en el resto de la mañana se atendía a familias para hacer revisiones psicológicas, para atenciones legales, “porque la gente también llegaba con problemas emocionales, reventada a los pies de tanto caminar”.

Tras el cierre, según Mena, actualmente la municipalidad puede brindar atención, a través de la cooperación internacional, a unas 45 personas, priorizando familias en extrema pobreza, con personas con discapacidad, con niños o mujeres solas.

“El proceso de ayuda consiste en hacer una evaluación previa, antes del ingreso, así como luego, con el Ministerio de Salud Pública, para evitar contagios de Covid-19. Luego estas familias son remitidas a la cooperación internacional para reubicarlos en programas específicos”, expuso.

¿Qué pasará con la infraestructura?

Los vecinos de Santo Domingo esperan que tras la reubicación del albergue puedan usar la infraestructura para una casa comunitaria, donde se impartan talleres o cursos, de manualidades, por ejemplo, o para uso de eventos generales del barrio.

“El sitio está en malas condiciones, o sea toca trabajar bastante para remodelarlo, pero eso le corresponde a la municipalidad hacer la inversión. Dijeron que nos pueden ayudar con el presupuesto participativo del 2022”, dijo Natalia Navas, presidenta del barrio.

Ingresaron al albergue a sacarlos a golpes

En enero de 2019, luego de los hechos registrados en torno al trágico fallecimiento de Diana Carolina R., suscitado en Ibarra, se desencadenaron un sinnúmero de actividades impulsadas por la ciudadanía, rechazando la presencia de ciudadanos extranjeros en la ciudad.

Aquel día también llegaron al albergue municipal, situado en la calle Olmedo y Mejía, en el centro de Ibarra, donde decenas de personas ingresaron forzando a golpes la puerta de acceso al lugar que alojaba a personas extranjeras, con el fin de sacarlas del lugar.

Los extranjeros salieron precautelando su integridad y dejando sus pertenencias en el sitio, las mismas que fueron sacadas por los manifestantes hasta la mitad de la calle para luego prenderles fuego a manera de exigencia de salida de los migrantes de Ibarra y el retorno a su país de origen. Ropa, enseres, entre otros fueron destruidos en el fuego.

Las personas ingresaban al albergue a las 19:00 y salían a las 06:00.