Adiós a la guardiana del Yamor, Yolanda Cabrera falleció en Otavalo

Personaje. Doña Yolanda indica uno de los ingredientes para elaborar la chicha del Yamor. Foto: Archivo La Hora
Personaje. Doña Yolanda indica uno de los ingredientes para elaborar la chicha del Yamor. Foto: Archivo La Hora

Redacción IMBABURA

La provincia de Imbabura y, principalmente, el cantón Otavalo están de luto. Este 23 de mayo de 2021 falleció Yolanda Cabrera, uno de los personajes más reconocidos de la ciudad por ser guardiana y propulsora de tradiciones locales  que han durado décadas.

Mediante sus redes sociales, el Municipio de Otavalo expuso su nota de pesar por la muerte de ‘Doña Yolita’, como la conocían en su ciudad. “Con ella se va parte de nuestra alegría, pero queda la fortaleza de nuestra identidad en el sabor del mestizaje inigualable de su Yamor, que siempre fue más dulce por la dulzura de sus manos generosas”, publicó la entidad.

En la casa de Yolanda Cabrera, en la calle Sucre y Mora, se preparaban la chicha y el plato tradicional del Yamor, además de armar el pesebre más grande de la ciudad.

Más de 40 años elaborando la chicha

En Imbabura, uno de los manjares preferidos por los comensales es la chicha del Yamor. Una de sus principales guardianas fue Yolanda Cabrera, quien por más de 40 años expendió esta bebida en su tradicional local del centro de Otavalo.

Junto a ella trabajaban sus hijas y familiares. Entre agosto y septiembre, cuando en Otavalo se celebran las fiestas del Yamor, eran más de 20 personas a su cargo y muchas veces no eran suficientes para atender la gran demanda de clientes. ‘Doña Yolita’, en una de sus múltiples entrevistas con LA HORA, comentó que esta tradición la heredó de su madre y esperaba que su hija también la mantenga.

Dueña del pesebre más grande de Otavalo

Yolanda Cabrera convirtió a su pesebre en una tradición, que incluso sobrepasó las fronteras imbabureñas y recibía visitas de todas partes del mundo. Con alrededor de 5.000 figuras en miniatura, recreaba a la ciudad de Otavalo y sus principales particularidades, como parques, mercados y edificaciones que se apostaban en torno al nacimiento de Jesús.

“Lo hago poco a poco, en el transcurso del día, porque es difícil orientarse y creo que hasta se necesitaría un arquitecto, pero solo mis manos se dirigen y sale, por la fe que uno tiene, por el espíritu santo”, dijo, en una de sus entrevistas.

Parte de la actividad consistía en levantar el pesebre, recoger donaciones desde que inicia la novena hasta enero del siguiente año,  estas se invierten en agasajos para los niños.