Venga 2022, venga el bienestar para el Ecuador

Ha terminado un segundo año de azotes con diferentes nombres y características, pero que igual han dejado secuelas terribles para el Ecuador y sus habitantes. La pandemia y sus variables; violencia criminal en calles y cárceles; ruina económica y creciente desempleo.

Pero bienvenido 2022 sobre la base que el Estado garantice seguridad jurídica con políticas y decisiones atractivas para la inversión privada nacional y extranjera, que genere espacios de trabajo productivo que será el motor para crear estabilidad social y tranquilidad en los hogares.

Mas, este esperanzador 2022 para los ecuatorianos, demanda del concurso de todos, desde cualquier sitio en que nos encontremos. Que el gran ejército de la burocracia se proponga ser más eficiente en el desempeño personal de su tarea, partiendo desde la puntualidad, hasta la agilidad en la atención que el público demanda.

Que quienes tengan que impartir justicia lo hagan sin favor ni temor; que no diferencien al de poncho con el de corbata; que haya equidad al momento de juzgar los delitos en el real castigo que merecen aquel que se sustrajo una gallina, y el otro que se le robó miles o millones de dólares a la Nación.

Que el ciudadano común desempleado no tome el atajo fácil de lanzarse a las calles a mendigar, o en el caso grave de apoderarse de lo ajeno e integrarse a la delincuencia, sino que ofrezca su músculo e inteligencia a cambio de un incentivo económico en beneficio propio, de la familia y de la sociedad.

¡Bienvenido 2022¡