Tuberculosis, la otra pandemia

LUIS COELLO KUON YENG
LUIS COELLO KUON YENG

Datos estadísticos, estiman que un cuarto de la población mundial está infectado con la bacteria que ocasiona la tuberculosis, “Micobacterium tuberculosis”. Las personas profesionales de la salud, estamos viendo con preocupación numerosos casos de tuberculosis pulmonar que acuden en diferentes circunstancias, con procesos de afectación en sus pulmones, que les dejaran secuelas permanentes en su aparato respiratorio, las cuales incidirán negativamente en las acciones diarias que realizan. Y no solo preocupan estas secuelas, nos preocupan las personas que han estado en contacto con aquellos afectados con tuberculosis y que potencialmente puedan desarrollar la enfermedad. Perpetuando así un círculo vicioso. Por eso aún esta enfermedad sigue siendo pandémica.

Las personas, podemos potencialmente portar esta bacteria sin desarrollar la enfermedad, condición médica denominada infección tuberculosa latente (LTBI por sus siglas en inglés). La mayoría de las personas con LTBI nunca se enferman de tuberculosis; sin embargo, aproximadamente del 5 al 15% tiene progresión a la enfermedad de tuberculosis en algún momento de sus vidas. La enfermedad de la tuberculosis es el resultado de la multiplicación bacteriana e incluye daño e inflamación de los tejidos, lo que conduce a manifestaciones clínicas y a sus secuelas permanentes e irreversibles. Creo se torna muy importante reconocer e identificar a las personas con esta condición (LTBI), para así tratarlos y evitar a que progresen a una tuberculosis pulmonar como tal.

La prevención de la progresión de la infección tuberculosa latente a la enfermedad tuberculosa, es un importante objetivo de salud pública e individual. Así es, las políticas de salud, no solo deben estar enfocadas en tratar la enfermedad ya establecida, debe prioritariamente enfilar sus armas hacia el desarrollo de protocolos y guías que permitan identificar a personas con infección tuberculosa latente y poder asimismo darles tratamiento oportuno y eficaz.

Las condiciones en que los pacientes llegan con tuberculosis ya establecida, son alarmantes; y me preocupan las secuelas que les dejaran a futuro, una vez recuperados. Un resumen de los regímenes de tratamiento preferidos para tratar la LTBI: incluyen 3 meses de rifapentina más isoniazida una vez a la semana, 4 meses de rifampicina una vez al día o 3 meses de isoniazida más rifampicina una vez al día. Isoniazida administrado una vez al día durante 6 o 9 meses es una alternativa.