Por eso hay traiciones, contra-traiciones, amores imposibles, amores que se van contra el statu quo y así. Por eso se conoce que la suegra se va con el yerno, que el suegro destruye el hogar de su hijo, que dos primos se aman, que las amigas de años deciden formar un hogar.
Fuera de memes, escribo acerca del lío Shaki-Piqué. En la única acción que no manda el cerebro es en el amor. Por eso los griegos antiguos, tan sabios ellos en muchas cosas, representaban al amor como un niñito travieso que, vendado los ojos, dispara sus flechas a diestro y siniestro y sin ton ni son… Por eso hay traiciones, contra-traiciones, amores imposibles, amores que se van contra el statu quo y así.
Por eso se conoce que la suegra se va con el yerno, que el suegro destruye el hogar de su hijo, que dos primos se aman, que las amigas de años deciden formar un hogar… Que la loba alfa de la vecina deja un hogar sin el padre de familia, que era un perro pero, mal o bien, era el que ladraba en defensa de la camada. En fin, la lista es extensa. Un famoso cineasta hasta dejó su pareja para hacer su nido con su hija adoptiva y un príncipe decide dejar de lado a su mujer hermosa y querida por casi todos y se decanta por una señorona con muchos más años y arrugas y con menos carisma, fama y belleza. Ahhh, y con cero glamour.
A la misma Shakira le pasó algo parecido cuando dejó a su novio de 10 años y pico (el De la Rúa) vestidito y alborotado cuando conoció a Piqué y, simplemente, se fue con él… Claro, el argentino no hizo el terremoto de la barranquillera porque todos reaccionamos de diferente manera a las situaciones de nuestras vidas. Algunos llevan la procesión y su vía crucis por dentro.
Otros olvidan menos fácilmente y se dedican al licor… O a tratarse de vengar rompiendo los corazones que más puedan… Otros tantos no olvidan la afrenta y tratan de desquitarse de la peor manera posible… Unos pocos -más «empoderados» o vengativos o crueles- tratan de que ese desquite cause el mayor daño posible en su ex pareja y su entorno…
En el caso de la cantante barranquillera y el ex defensa y empresario catalán, la cosa se eleva a la enésima potencia porque en este tiempo de la desinformación digital, la vida, pasión y muerte de los famosos es más conocida que la de los propios vecinos y la hacemos sentar a la mesa como si fueran uno más de la familia.
La Shaki es talentosa en lo suyo. Millonaria y con un currículo tan gordo como el Libro de Petete, tiene millones de defensores y defensoras a ultranza.
Piqué tampoco es un pintado. Además de que fue un futbolista de nivel mundial, es un empresario súper exitoso y, además, un activista centrado en las reivindicaciones catalanas frente al poder ultra absorbente del hegemonismo madridista. Pero a pesar de esos antecedentes ilustres, ya estamos viendo que al travieso Cupido esos prolegómenos le importan un bledo y, como siempre, una de sus flechas hizo blanco donde no estaba previsto y alborotó el contrato hasta los niveles que vemos cada día.
Claro, al final de cuentas, a quienes menos les importa la opinión de los millones de defensores de uno u otro es a los propios protagonistas quienes, como buenos adelantados del actual sistema socioeconómico, buscan forrarse de buena platita a la par que tratan de hacer leña del otro árbol de la mejor manera posible. Aunque sea entre llantos, venganzas, sonrisas displicentes o un quemeimportismo «fríamente calculado».
Al final, como dicen los franceses -que quizá no son más sabios que los griegos clásicos, pero sí más pragmáticos- solo es la vida (c’est la vie). O como decimos los quiteños de los barrios populares: así es la puta vida, pana, qué le vamos a hacer…
*Víctor Vizuete Espinosa es escritor, poeta y periodista ecuatoriano. Laboró por 38 años en el diario El Comercio, donde se jubiló como editor. No obstante, sigue en el oficio de contador de historias para sentirse libre. Los Cronistas.net.