Resguardo militar en cementerios por posible profanación de tumbas

Las disputas entre bandas delictivas nos hace replantear hasta dónde es capaz de llegar el ser humano en contexto de venganza y que tan impúdico puede llegar a ser.

El pasado 31 de Octubre, dos cuerpos decapitados fueron encontrados colgados de un puente peatonal cerca de un centro educativo de Esmeraldas, tal escalofriante acto de violencia sin precedentes en la ciudad, activó las alertas de las fuerzas del orden provocando en días posteriores un estado de excepción. Sin embargo el mismo Lunes 31 de Octubre según la inteligencia Policial, las mafias planificaban ataques en represalia dirigidos a la profanación de tumbas de sus enemigos, es por ese motivo y bajo la información brindada por inteligencia, se movilizó un fuerte contingente militar que custodiaron los accesos tanto principales como secundarios de los cementerios.

Desde ese momento militares y policías custodian el cementerio general de Esmeraldas cuando ocurren crímenes violentos contra miembros de las bandas. Sin adornos, sin lápidas y sin flores son enterrados por pertenecer a una determinada banda, de manera intencional por decisión de sus familiares, que a su vez no desean que sepan en donde están localizados los restos de su ser querido, porque podrían profanarlos como muestra de poder y venganza.

Una característica común es que la mayoría son jóvenes entre 12 y 17 años de escasos recursos económicos, Las personas que viven cerca del cementerio también han sido testigos de estas acciones. Según ellos, la seguridad se ha reforzado en los últimos meses, ya que antes los grupos criminales se despedían de sus miembros acompañados de música, licor y disparos al aire. La Policía y las Fuerzas Armadas controlan los cortejos fúnebres desde las cámaras de videovigilancia de toda la ciudad, ya que los rituales con motocicletas se han convertido en algo habitual.

Cuando se enterró a uno de los dos hombres decapitados previamente mencionado, un centenar de policías y soldados vigilaron todos los cementerios para evitar actos de venganza o profanación.