‘Mi familia regresaba a casa cuando se accidentaron’

DESPEDIDA. Ayer los pobladores de la parroquia La Unión, le dieron el último adiós a las docentes y una  bebé que fallecieron en un accidente de tránsito.
DESPEDIDA. Ayer los pobladores de la parroquia La Unión, le dieron el último adiós a las docentes y una bebé que fallecieron en un accidente de tránsito.
RECUERDO.  En esta fotografía consta Rocío Muentes, su hija Pierina Guerrero, su nieta y su amiga Laura Trejo Girón; las cuatro fallecieron en un choque la madrugada del domingo.
RECUERDO. En esta fotografía consta Rocío Muentes, su hija Pierina Guerrero, su nieta y su amiga Laura Trejo Girón; las cuatro fallecieron en un choque la madrugada del domingo.

José Guerrero Ríos, de 56 años, un destacado docente, deportista y dirigente deportivo muy apreciado en la parroquia La Unión y en el cantón Quinindé, la madrugada del domingo último en un accidente de tránsito perdió a su esposa Rocío Muentes, a su hija Pierina Guerrero y a su nieta, Amelia, de apenas 40 días de nacida, quienes ayer fueron sepultadas.

Pese al dolor de perder a sus seres queridos, comentó que la noche del sábado su nieta estaba con vómito, por eso la abuela decidió llevarla al hospital del IESS de Santo Domingo, para un chequeo pediátrico. Salieron de la parroquia aproximadamente a las 22:00, antes de partir pasaron por la vivienda de Laura Trejo Girón, una amiga muy cercana de la familia quien estaba durmiendo, pero aceptó gustosa acompañarlas en el viaje.

“Mi esposa previo a viajar fue a dejar un regalo a una amiga que estuvo de cumpleaños. La niña fue atendida en el hospital de Santo Domingo, el accidente ocurrió de regreso a casa. Pasada la medianoche un policía me llamó del teléfono de mi esposa, me dijo que mi familia sufrió un accidente, luego me cerró la llamada, un vecino me llevó en su vehículo, por la estación Iniap de La Concordia llamé al ECU 911, me dijeron que todas las ocupantes del Hyundai Santa Fe, estaban muertas”, dijo José Guerrero Ríos.

‘Dios me tiene de pie’

El docente evidencia dolor por la muerte de sus seres queridos, pero afirma estar de píe por la bendición de Dios, explicando que agradece las muestras de solidaridad de personas y familiares que incluso llegaron del extranjero a brindarle el último adiós a su familia. “Solo Dios sabe el porqué de esta prueba, es un ser superior lleno de bondad y amor, ahora es mi fortaleza para soportar y afrontar esta dura realidad”, afirma.

Pese al inmenso dolor que siente por la pérdida de sus seres queridos, recuerda el hermoso legado de amor y fidelidad dejado por su querida esposa, quien además era su compañera docente en el colegio fiscal ‘Quito’, donde él es rector.

“Rocío fue una mujer entregada a su trabajo como maestra y a su labor religiosa, desde hace 20 años que hizo un retiro en el movimiento ‘Juan XXIII’, no se apartó de los caminos espirituales. Mi hija Pierina era una psicóloga educativa, docente, retirista católica y muy buena madre de su pequeña hija”, reveló el consternado esposo, padre y abuelo de las víctimas.

La mañana de ayer se realizó el sepelio las tres fallecidas, solo se utilizaron dos cofres mortuorios, porque Pierina y su hija, ocuparon el mismo ataúd. En el colegio ‘Quito’, se realizó una misa campal, luego fueron enterradas en el cementerio de la parroquia La Unión.