Los pioneros de la música nacional: Segundo Luis Moreno Andrade

Autor: Ramiro Ruiz R. | RS 70


Segundo Luis nació en Cotacachi, Imbabura, el 3 de agosto, 1882. Murió en Quito el 18 de noviembre, 1972. Compositor, director de banda, Musicólogo, escritor.

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Fue parte de círculos de familias de músicos, que en la provincia de Imbabura han desarrollado generación tras generación, gracias al ambiente diario del hogar y la ciudad, su vocación y sus aptitudes musicales. Su padre Luís Moreno Terán, integró la banda del cantón Cotacachi, y afortunadamente los formó a sus hijos en la música, en especial a Segundo Luís y Alberto Moreno Andrade. Ellos siguieron la posta de su padre.

Segundo Luís Moreno creció en la pequeña población que hasta ahora tiene fama de hogar de músicos de estirpe. Cantó como solista en el coro del Colegio de los Padres Salesianos, y estudió música durante un año con el profesor otavaleño Virgilio Francisco Chávez (1858-1914). Al mismo tiempo tocaba clarinete en una banda de aficionados (1898). De esa época se remontan sus primeros ensayos creativos (Pasodobles, valses, pasillos y marchas), que interpretó en la banda.

En 1906 se trasladó a Quito y en octubre de ese año, ingresó al Conservatorio Nacional de Música, reabierto seis años antes por el general Eloy Alfaro. Hasta 1913 se dedicó con intensidad a estudiar clarinete con Agustín Henríquez; fagot y teoría musical, estética y composición con el director, Domingo Brescia. Alternó sus estudios con el nombramiento de profesor de teoría, solfeo e instrumentos de madera en el mismo Conservatorio. Al terminar la primera década del siglo XX, empezó a recopilar su colección de música indígena y popular que fue la trama de sus composiciones. Después estudió la historia de la música aborigen y escribió con un estilo placentero y lenguaje sencillo.

Después de presidir en 1911 el Centro Musical Ecuador, formado por profesores y alumnos del conservatorio, dirigió las Bandas “Imbabura” (1915) y “Zapadores Chimborazo” (1923), la del Regimiento No. 2 “Sucre” (1923), del Batallón No.1 “Vencedores” (1930) y las Bandas de las II Zona Militar (1936).

En diciembre de 1937 recibió el nombramiento de director fundador del Conservatorio de Música de Cuenca. Renunció a este cargo en 1941 por su mal estado de salud. Desde entonces se dedicó a fondo a la composición y a la historia de la música ecuatoriana. Su trabajo le interrumpió en abril de 1942, porque tuvo que organizar y dirigir el Primer Festival de danzas Indígenas. Preparó dos grupos de danzas en Cotacachi y otro en Alangasí, presentándolos en el festival del 13 de junio en el Teatro Sucre, y al día siguiente, en el estadio del Colegio Mejía de la ciudad de Quito.

En 1944, con Manuel Benjamín Carrión Mora, los cotacacheños Segundo Luis Moreno Andrade, Dr. Morales y Eloy, Jaime Chávez Granja, entro otros, fundaron la Casa de la Casa Ecuatoriana.

La música nacional
Segundo Luis Moreno es considerado como el músico más importante de la primera generación que estudió científicamente la música nacional. Escribió la línea ideológica-musical y los referentes indígenas, mestizos y académicos.
Compositor pionero de música nacional. La música del Ecuador está cobijada de su repertorio creativo. Por ejemplo, su Suite ecuatoriana, con el primer movimiento apoyado en una plegaria religiosa andina indígena, y el último, en yaraví, canción (sobre un canto popular), y un Nocturno (sobre un yaraví) para fagot. La elegía orquestal Perdón, cántico religioso de los indios cañaris y varias colecciones de danzas populares.

Entre su producción de escritos es importante mencionar el estudio histórico La música en la provincia de Imbabura (1923). La Monografía musical de la provincia del Chimborazo (inédita); La música en el Ecuador, en tres tomos (dos inéditos). Cotacachi y su comarca, monografía de la historia y la cultura de Cotacachi.

La inteligencia musical innata de dinámico investigador orientó al Segundo Luis a la Etnomusicología, entregando al mundo eruditas monografías que sirvieron de pautas y paradigmas a otros estudiosos, dedicados a indagar la cultura musical ecuatoriana. Centenas de estudiantes y profesionales han tomado sus textos como consulta principal. Se destaca la obra Aires y danzas del Ecuador, edición bilingüe, difundida en Ecuador y el extranjero.

La música de los Incas (1957) es otra publicación científica. La Casa de la Cultura después de una aplazada espera, publicó Historia de la Música en el Ecuador, que coincidió, como homenaje póstumo a su memoria. Con pluma polifacética inició temas musicales y literarios de su trabajo de musicólogo.

La oferta creativa que ha sido firmada como la más significativa de su repertorio corresponde a sus obras sinfónicas. Sin embargo, la colección que escribió y adaptó para bandas militares, así como la música religiosa, sin duda, son trascendentales.

No estudió formalmente Musicología. No podía ser de otra manera, hasta ahora, esa materia no forma parte de los estudios curriculares en las instituciones musicales del país. El título de Musicólogo lo recibió por su apasionada vida de investigador, que empezó a producir aproximadamente al finalizar la primera década del siglo XX.

La obra de Segundo Luís Moreno forma un revelador aporte al estudio de la música. El “Primer Musicólogo Ecuatoriano” murió sin el reconocimiento a su inconmensurable legado histórico.



Producción de escritos
La música en la provincia de Imbabura (1923). Monografía musical de la provincia del Chimborazo (inédita); La música en el Ecuador, en tres tomos. Cotacachi y su comarca, monografía de la historia y la cultura de Cotacachi.

Aires y danzas del Ecuador, edición bilingüe, difundida en Ecuador y el extranjero.
La música de los Incas. Historia de la Música en el Ecuador

CREACIONES:
Doscientas piezas musicales en diferentes géneros como: Barcarolas: 3. Canciones: 10. Cantatas: 2. Himnos: 50. Huayco: 1. Marchas triunfales: 3. Marchas: 15. Música religiosa: 30. Nocturno: 1º. Oberturas: 2. Pasillos: 4. Delirar: 20. Pasodobles: 3. Polkas: 3. Preludios: 3. Romanzas: 3. Rondeñas: 10. Sanjuanitos: 11. Suites: 3. Valses: 5. Villancico: 5. Yaraví: 5 Barcarolas, Canciones, Cantatas, Himnos, Pasodobles, Poleas, Preludios,
Romanzas, Rondeñas, Sanjuanitos, Suites: Suite ecuatoriana No. 1; Suite ecuatoriana No.2 (originalmente creada para que la tocara en arpa el español Nicanor Zabaleta, (estrenada en el Teatro sucre); Suite ecuatoriana No.3.

Suite ecuatoriana No.3.
Los músicos e investigadores Juan Mullo y Gustavo Lovato escribieron el siguiente texto: Por un olvido histórico imperdonable o por un lamentable desconocimiento de su existencia, la Suite Ecuatoriana No. 3 de Moreno, terminada en su versión orquestal en el año de 1956 (año en que fundó la Orquesta Sinfónica Nacional), no ha sido interpretada hasta la actualidad y ha permanecido en el olvido.
Afortunadamente, para la historia de la música académica ecuatoriana esta partitura la encontraron por los investigadores Juan Mullo y Gustavo Lovato (autor del presente texto) en el museo Pedro Pablo Traversari de la Casa de la Cultura Ecuatoriana, como parte de una colección de más de cien manuscritos del maestro Moreno que son custodiados por Islandia Báez, funcionaria de la mencionada institución. Entre las obras manuscritas de esta colección hay varias que esperan ser ejecutadas por primera vez y muy particularmente la Suite Ecuatoriana No.3 para orquesta sinfónica.
La autenticidad de la obra está fuera de toda duda, los manuscritos firmados por el compositor son contundentes. La meticulosidad de la escritura, el género musical suite orquestal, la denominación de cada danza, la orquestación basada en los pares de instrumentos de viento, y la cuerda completa, más timbales, bombo y redoblante son inconfundibles y característicos del estilo del compositor. Nos encontramos ante una obra original de la segunda mitad del siglo XX – de cerca de 60 años de antigüedad- de uno de los compositores ecuatorianos más importantes. ¡Inédita hasta el momento! Esta historia puede cambiar gracias al compromiso de los directivos de la OSNE de ejecutar y grabar la obra este mismo año y de empezar a hacer justicia con el compositor y con la música académica ecuatoriana.

El manuscrito
El manuscrito orquestal tiene como fecha de elaboración el año de 1956 y está firmado, por razones aún desconocidas, con el seudónimo de “Amauta” (sabio del imperio inca), pero seguramente para participar en algún concurso de la época. Los manuscritos para piano (un borrador y un limpio) tienen inscrito el año 1952 y están debidamente formados y fechados en cada uno de los movimientos excepto el último.

Septiembre, 2 de 1952
Septiembre, 5 de 1952
Octubre, 1 de 1952
Octubre, 7 de 1952
No aparece fechado.

Además, el manuscrito limpio de piano contiene el final las siguientes fechas y lugares: Otavalo, enero 27 de 1952 / Quito, julio 23 de 1954. La distancia entre los manuscritos de piano (1952) y la fecha del manuscrito orquestal (1956) nos hace suponer un proceso de orquestación que duró aproximadamente cuatro años.