La palabra más buscada

Autor: Revista Semanal | RS 70


No en vano existe el dicho: “Increíble, pero cierto” que lo usamos cuando sucede aquello que hasta el momento que sucede, creíamos que nunca sucedería.

Un boxeador pequeño, sin músculos sobresalientes, derrota por KO a un rival más fuerte; un científico que apenas con un lápiz y una libreto asombra al mundo de la física con sus teorías revolucionarias que acaban siendo verdades científicas; un conductor de un coche resulta ileso cuando el vehículo en el que viajaba queda destrozado e inservible; en fin, en cualquier actividad humana hay espacio para el asombro y para recordarnos que aquello con lo que no contábamos, de un instante para otro, sirva para alcanzar logros inimaginables y la historia cambia de rumbo.

Imposible, pero cierto, es igual para las individualidades como para las sociedades. Pero, no nos confundamos: esto no es una cuestión de suerte; se trata, por el contrario, el que de pronto se juntan todas las posibilidades para que se produzca aquel hecho vislumbrado y anhelado.

Hay, entonces, una confabulación cósmica de factores endógenos y exógenos que abren las puertas del tiempo y, el hecho se produce.

¡OH! Sorpresa
Esta mañana, allá escondida en una página interior, casi con vergüenza, la prensa internacional publicaba un hecho que, no por humilde, deja de ser extraordinario: la palabra más buscada, durante el mes de septiembre del año pasado, en Internet fue: Cultura.

Sí, Cultura. No es deporte, tampoco es show o farándula, no es la guerra, no es la política, tampoco las ofertas laborales, no es las afecciones de salud o las amenazas de la naturaleza, no es la economía personal o nacional; no, la palabra más buscada es cultura, así con minúscula se escribe, pero con mayúscula se la vive.
La Real Academia Española informó que la palabra más buscada a través de su página electrónica fue precisamente cultura y debemos encontrar, en lo posible, alguna explicación de este que creemos es un raro fenómeno.



Las dudas
Antes de seguir adelante, varias dudas me persiguen. El artículo en mención no aclara si la medición se refiere a todo el planeta, o, a un país en específico; o, quizás a una región de un país. Seguro que en la encuesta no debe haber participado el Ecuador, donde según cifras oficiales, cada ciudadano lee 1 libro y medio por año.

¿Qué es: cultura?
Acudamos al propio diccionario para que nos ayude a definir esa palabra mágica: acepciones “cultivo” y “conjunto de conocimientos que permite a alguien desarrollar su juicio crítico” o “conjunto de modos de vida y costumbres, conocimientos y grado de desarrollo artístico, científico, industrial, en una época o grupo social” Creo que estas acepciones son, un tanto, estrechas; la sociología, por el contrario es mucho más amplia, tanto que nos dice que cultura es la forma con la que la especie humana se adapta a su entorno; es decir, engloba desde la historia hasta su visión de futuro; desde las artes, al deporte; desde la ciencia a la gastronomía; desde la agricultura hasta la cosmología; en fin, la palabra Cultura engloba todas las manifestaciones creadas o estudiadas por el ser humano para su beneficio y desarrollo desde su amanecer como especie hasta el día de hoy y manteniendo una visión del mañana.

Hay, también, una banalización de la palabra cultura ubicándola como sinónimo cómodo de malas costumbres políticas o tendencias de moda; o bien la creciente necesidad instantánea que sienten ciertas personas o grupos de personas de acomodar sus visiones y costumbres como manifestaciones de cultura popular, cuando en realidad están alejadas de lo que ellos creen que es la cultura.

Sospecho que algunos de los miles de usuarios que pincharon la página de la RAE en busca de la definición de cultura pudieron haber sido precisamente los ineptos políticos e ignorantes funcionarios que no tienen ningún empacho en recortar constante y salvajemente todos los presupuestos relacionados con eso que no saben que es cultura y que buscan esconder la incomodidad que deben sentir al sobreponer sus propios intereses o los de sus amistades sobre los intereses de los verdaderos investigadores y curadores de la cultura de un pueblo.

Ojalá no sea una burla
También se me ocurre que la búsqueda en internet de esta palabra no es más que un buen chiste. En un mundo cada vez más electrónico y despersonalizado el número de clicks de búsqueda ha elevado como palabra desconocida, precisamente a la que nos podría iluminar para abatir tanto oscurantismo e ignorancia.