La vacunada de fin de siglo

Año 1985. Un bus de transporte público estacionado en el INNFA (Instituto Nacional del Niño y la Familia) esperaba a los atrasados periodistas que iban a una cobertura a una hora de la capital. A esa misma hora los habitantes de Carapungo se alistaban para recibir la caravana gubernamental que llegaba para vacunar a los niños de 0 a 5 años.


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Las mujeres, con sus niños en brazos, vestían trajes autóctonos y esperaban sentados que les toque su turno. En otro lado del parque, el humo de leña dominaba el ambiente mientras se cocían los alimentos que luego se serviría a los periodistas, funcionarios de salud, brigadistas y más.

Eugenia Cordovez de Febres Cordero, primera dama, Presidenta también del INNFA organización no gubernamental creada décadas antes por otra mujer excepcional y poco reconocida por la pasión política, la Sra Corina del Parral, esposa de quién fue Presidente por cinco veces, el Doctor José María Velasco Ibarra había dejado una huella imborrable que pese a haber ocurrido ya casi una década la población reconocía en ella un apoyo a la niñez y a la familia.

Con tan alto estándar emprendió Eugenia Cordovez en su empeño y lideró el Programa de Reducción de la Enfermedad Mortal Infantil (PREMI).

Ella, junto con funcionarios de salud, municipios, Prefecturas, fuerzas armadas, iglesias, funcionarios de salud y logró la ayuda internacional y con vacunadores y periodistas recorrieron el país e inmunizaron a los niños. Su carisma permitió que todo el país se uniera para lograr una meta que parecía inalcanzable, la de bajar los índices de morbi mortalidad infantil que eran una vergüenza para el país, un poco con lo que sucede actualmente con la desnutrición infantil. Había que lograr la participación de organismos estatales y fundamentalmente locales los mismo que eran dirigidos por aguerridos dirigentes políticos de oposición a Febres Cordero quién con su estilo duro de gobernar había ya provocado una oposición virulenta nacida del inesperado triunfo sobre su adversario que le había ganado la primera vuelta electoral y que su tenacidad logró remontar los resultados adversos y llegar a la Presidencia.

Ella no permitió que ni se politice el programa ni que se difunda como una obra del gobierno sino como un esfuerzo conjunto del país. En esa época como la actual, la eficacia de las vacunas era cuestionadas por científicos de toda índole. En la década del 70 La Organización Panamericana de la Salud (OPS), señaló que los países del mundo enfrentaban “una alta carga de morbilidad y mortalidad, causada por enfermedades que ya tenían vacuna pero no eran utilizadas adecuadamente”.

La población era reacia a la vacunación, ya que habían pasado muchos años que no había sido necesaria por lo que en una época en que los medios de comunicación no eran masivos la motivación era mucho más compleja por lo que Ella emprendió un agotador recorrido a ciudades, comarcas y pueblos remontados en donde familias enteras se concentraban en la plaza para conocer a la primera dama de la nación, María Eugenia Cordovez de Febres Cordero quien llevaba adelante el Programa de Reducción de la Enfermedad Mortal Infantil (Premi) cuya meta era vacunar a un millón de niños en cuatro días.

Basada en la organización de los militares y policías, con el apoyo incondicional de los maestros ecuatorianos, los ministerios de salud y educación el país dejó sus pugnas y luchas esos cuatro días y logró sobrepasar la meta y se comprobó que no quedó rincón del país al cual no llegaron los brigadistas y sus vacunas y el llanto de los niños al recibirlas era la mejor esperanza de vida que dejo esta mujer que puso tanto amor a su función que los enemigos y adversarios de su esposo no solo reconocieron su labor sino que le brindaron su amistad hasta el final de su vida.

En el país no había conciencia de lo que eran las vacunas para la prevención de enfermedades. En 1974 la Organización Panamericana de la Salud (OPS) convocó a todos los países del mundo a inmunizar contra seis enfermedades: poliomielitis, tuberculosis, la difteria, la tosferina, el tétanos y el sarampión.

Actualmente, en el país la vacunación está concentrada en inmunizar a la ciudadanía en el combate de la pandemia del Covid 19, virus que cobró miles de vida a nivel mundial, que muta y reaparece con otros síntomas. El esquema de inmunizaciones está vigente y no interfiere con la vacuna del virus.

Pero ¿qué es la vacuna?

Son medicamentos biológicos que aplicados a personas sanas provocan la generación de defensas (anticuerpos) que actúan protegiéndole ante futuros contactos con los agentes infecciosos contra los que nos vacunamos, evitando la infección o la enfermedad. Mientras las críticas cobran fuerza, la OPS informa que en la última década las vacunas han evitado la muerte de 1.25 millones de niños y niñas en el país. Doña Eugenia fue una mujer muy carismática, a donde iba era recibida con manifestaciones cariñosas y reconocimiento por el éxito del programa.

Tenía mucha afinidad con los periodistas que cubríamos su labor.

En una de sus tantas visitas a pueblos amazónicos fue recibida por la comunidad con la chicha de yuca que era elaborada mediante la masticación de los indígenas y se tomaba del mismo recipiente compartido.
Ella la tomó nos hizo tomar también a los periodistas. Al término del gobierno de León Febres Cordero fue reconocido a nivel general como uno de los aciertos del gobierno la política de INNFA -Instituto Nacional del Niño y la Familia-, presidido por doña María Eugenia de Febres Cordero, esposa del mandatario.

Los adversarios pensaban que luego de tan exitoso trabajo optaría por hacer política y buscaría alguna candidatura o función pública pero concluida su labor se retiró a su vida privada, alejada para siempre de la política.

Juana López Sarmiento