La educación como un sistema

Si bien este artículo tiene el propósito de enfocar la temática sobre la educación superior en el Ecuador, no puedo hacerlo sin antes mencionar al menos lo que ocurre con los otros estadios del sistema educativo, ya que todos están interrelacionados y, a mi entender, no pueden ser analizados de manera aislada, so pena de reducir la visión y encasillarnos en estereotipos y estadios que nos conducen a un análisis errático y, peor aún, a proponer soluciones que no serán eficientes ni efectivas.

 La educación empieza en la casa, hay un binomio que debería ser inseparable: la casa y la escuela, es decir padres y maestros. Durante los primeros años de vida el relacionamiento de los niños es fundamentalmente con su entorno familiar y allí aprende comportamientos, actitudes, valores que luego son perfeccionados en la escuela, en la que hay una interacción que tampoco debe ser aislada, de los padres o de los responsables de los niños.

 En la escuela ecuatoriana, la educación básica, adolece de una serie de deficiencias que se traducen en una formación escasa, no pertinente y que no llena los requisitos básicos de egreso de esta, ya que los niños y niñas salen sin saber leer y escribir bien su propio idioma, sin conocimientos elementales de matemáticas (suma, resta, multiplicación, división, regla de tres y raíz cuadrada), sin un desarrollo del pensamiento adecuado y coherente, sin bases sólidas en valores y actitudes.

EDUCACIÓN MEDIA
El problema se acentúa en la educación media y bachillerato, que ahora, con la decisión tomada durante el gobierno de la denominada “revolución ciudadana” y que no ha sido modificada, de crear el bachillerato general unificado, quitó la posibilidad de una preparación más específica que dote de conocimientos en áreas determinadas para el ingreso a la universidad, así es que tampoco tiene los requisitos mínimos de egreso de la educación media o bachillerato que debería tener una dosis de aprontamiento universitario que no se ve.
 Otro de los problemas es que el bachillerato no incide en la definición de una vocación real, por lo que la universidad sufre enormes problemas de deserción, sobre todo en los primeros años, lo que distorsiona la asignación de cupos, perjudica a muchos y abona a una ineficiencia presupuestaria.

AL LLEGAR A LA UNIVERSIDAD

Es decir, a la universidad le llegan los problemas generados en la educación inicial, la básica y el bachillerato, por lo que arrastra falencias que inciden directamente en su desempeño, en la calidad de la educación, en la deserción y luego en la poca capacidad de empleabilidad que tienen los egresados universitarios.

 Pero los problemas no terminan allí, recordemos que en las aulas universitarias se forman los profesores, los maestros que luego serán los responsables de lo que pasa en las aulas de las escuelas y los colegios, lo que transforma en un círculo perverso lo que ocurre en todo el sistema educativo. Desde hace años venimos proponiendo que ese círculo vicioso se transforme en un círculo virtuoso que realmente cumpla los objetivos y arroje resultados positivos en formación y capacitación a los jóvenes que ingresan y egresan de las aulas de las universidades.

Lo que ocurre en el Ecuador no es exactamente privativo del Ecuador, desafortunadamente ocurre en muchos otros países, especialmente del mundo menos desarrollado y que además ha sido agravado por la crisis provocada por el coronavirus y también por las sucesivas crisis económicas marcadas por el decrecimiento de las economías, el encarecimiento de los bienes de primera necesidad, la guerra de Ucrania, que económicamente es una guerra mundial por las reacciones en cadena que ha provocado y que abonan al detrimento de los presupuestos destinados a la educación.

LA EDUCACIÓN EN EL MUNDO

En un reciente informe que el ex Primer Ministro de la Gran Bretaña, Gordon Brown ha preparado para Naciones Unidas, se transparentan cifras pavorosas, menciona que en la actualidad más de 300 millones de niños no asistirán a la escuela y que más de 800 millones de jóvenes abandonarán la escuela sin ninguna cualificación.

Son datos gravísimos que nos incitan a pensar en cuál será el futuro de estos niños y jóvenes excluidos de la formación y eso que el informe no menciona el tema de la calidad que es muy sensible y dolorosa, cuando constatamos las carencias que deja la deficiente formación y la inhabilitación para la consecución de empleos adecuados y con salarios decentes.

La educación en países como Ecuador han tenido siempre recursos muy limitados, ahora en que hay otros temas emergentes que compiten por recursos como el de la salud, los precios de los combustibles, los de los alimentos, entre otros, nos enfrentamos a escenarios muy preocupantes y con una carga muy negativa hacia el futuro.

EDUCACIÓN SUPERIOR EN EL ECUADOR

Pues bien, en este punto en que hemos trazado un panorama muy somero de lo que es el sistema educativo preuniversitario, la idea es desglosar lo que ocurre en la educación superior ecuatoriana que se enfrenta a cambios que han sido invocados por el reciente reglamento a través del decreto ejecutivo N494, y que traslada nuevamente a las universidades la capacidad de definir los sistemas de ingreso de los jóvenes a las universidades, lo que abona a la siempre mencionada y ansiada autonomía universitaria y tal vez sea una respuesta ante la permanente queja de los jóvenes para con el anterior sistema que condicionaba el tipo de carrera a seguir a los puntajes obtenidos, con lo que también el tema de la vocación, predisposición y preparación se ponía en juego.

En términos generales podemos decir que los jóvenes, con algunas excepciones, no llegan preparados adecuadamente a las aulas universitarias, lo que obliga a los centros educativos de educación superior a generar cursos preuniversitarios para el ingreso a las mismas, retrasando en algunos casos ese ingreso, pero tratando de llenar vacíos y nivelar en conocimientos a los nuevos bachilleres que pretenden hacer una carrera universitaria.

 La rutina y el prestigio del que gozan ciertas profesiones, hacen que buena parte de los aplicantes quieran seguir carreras tan tradicionales como derecho y medicina, sin tomar en cuenta primero ese ingrediente de vocación y sobre todo el nivel de empleabilidad que tendrán luego de terminar su carrera, cuando se encontrarán con un título bajo el brazo, sin las capacidades que demandan los tiempos actuales y sin poder acceder a un empleo adecuado.

No existe por parte de las universidades una convocatoria real hacia nuevas carreras, análisis de lo que demandan los tiempos actuales, las necesidades del sector empresarial, por lo que nos enfrentamos a la paradoja de que las empresas no consiguen los perfiles adecuados para llenar vacantes o nuevos puestos creados y por otro lado hay una masa de jóvenes que no consiguen emplearse en las áreas para las que fueron preparados.

 Esto se agravará a futuro, según lo dicen los expertos, puesto que muchas de las profesiones que ahora tenemos, no tendrán una ocupación viable y más bien se requerirán otro tipo de profesiones y aprontamientos que vayan de acuerdo con lo que demandan las nuevas tecnologías. Los empleos y ocupaciones del futuro todavía no han sido creados, pero lo serán y para ello debemos estar preparados.

INGRESO A LA UNIVERSIDAD

El otro tema importante respecto a las universidades es la necesidad creciente de nuevos cupos en las mismas, para la demanda siempre en aumento de espacios por parte de los nuevos bachilleres. Se dice que en el Ecuador cada año aproximadamente 100.000 jóvenes se quedan sin ingresar a la universidad porque no alcanzan un cupo en las universidades.

 Los jóvenes que no consiguen ingresar se quedan muchas veces en calidad de “ninis” es decir aquellos que ni trabajan ni estudian, engrosando la cifra del desempleo y muchas veces la búsqueda desesperada de recursos los lleva a bordear ocupaciones delincuenciales.

 ¿Qué hacer frente a la enorme demanda de cupos insatisfecha? Por supuesto siempre habrá la necesidad de buscar alternativas, de crear más espacios, de asignar presupuestos adecuados para ello. Pero también debemos pensar que las políticas de gobierno deben apuntar a fortalecer la educación técnica y tecnológica, a desarrollar y fortalecer las carreras intermedias, a jerarquizarlas dentro del contexto de los profesionales del país.

CARRERAS TECNOLÓGICAS

Los tecnológicos y tecnológicos superiores, tanto a nivel privado como público, ayudan a solucionar en gran medida las expectativas por una formación profesional, y, además, como se comprueba en países como España y también el nuestro, un egresado de un tecnológico tiene mayores probabilidades de conseguir un empleo acorde con sus cualificaciones y con salarios adecuados.
 Una real política de fortalecimiento de este tipo de educación, podría ayudar a aliviar la crisis por la educación superior que actualmente se vive.
 Otro tema que debemos mencionar es la importancia creciente de la educación online, que se puso de relieve en gran medida durante la crisis provocada por la pandemia del Covid19 y que se presentó como la única solución valedera para todos los estadios de la educación, aún con las falencias de la conectividad, de los equipamientos necesarios y la falta de capacitación por parte de los profesores, pero que aún así, suplió los requerimientos urgentes de continuar con los procesos educativos, a todos los niveles, de la población mundial y específicamente de la ecuatoriana.

EDUCACIÓN ON LINE

La educación online, lo vemos y basados en la experiencia que por ejemplo tiene la Universidad Internacional de la Rioja, UNIR, que nació como una universidad en internet, pone al alcance de los estudiantes una educación online de calidad, que debe reunir una serie de requisitos que empiezan por el entrenamiento de los docentes y el establecimiento de una serie de medidas y directrices que implican excelencia, que llega a estudiantes que de otra manera no habrían tenido la oportunidad de estudiar por las distancias, el alejamiento de las urbes en las que se asientan las universidades, la  posibilidad de combinar trabajo y educación, lo que hace que estas soluciones sean altamente demandas por segmentos importantes de la población.
 Por ello, tanto el sector público como el privado están ahondando sus conocimientos en los sistemas de educación online, sobre todo para los estudios de maestría que no exijan la presencialidad, perfeccionando las técnicas, los procedimientos, los equipamientos y las capacitaciones.

INSATISFECHOS CON LOS CONOCIMIENTOS  

Finalmente, no podemos perder de vista la necesidad de la educación continua, jamás debemos estar satisfechos con los conocimientos adquiridos, los tiempos actuales y el futuro demandan actualizaciones y educación continua, por ello la dependencia de la sociedad y de sus individuos del sistema universitario, no cesará jamás.