Guerra entre banqueros: Choque de trenes

LAS HISTORIAS RECIENTES.

El país afrontó mal las crisis internacionales de la década del 90 ,se dictó la nueva Ley de Instituciones Financieras que motivó la liberación y el caos y a esto se sumó un fenómeno del niño que causó un pérdida del 14 % del PIB, es decir el doble de lo que causó la última pandemia y esto llevó a una crisis bancaria que se agravó con la quiebra de importantes sectores productivos , especialmente de la costa que no pudiendo cubrir sus obligaciones, arrastraron en su quiebra al sector bancario y allí empieza la historia y las peleas recientes.

Siempre han existido diferencias políticas, empresariales y financieras entre grupos económicos de Costa y Sierra y así a las crisis los políticos pusieron tintes regionalistas.

La Previsora, El Continental y otros pequeños cayeron en la costa. Filanbanco y Pacífico, entonces el más grande, habían pasado a control del Estado.
El Progreso, supuestamente muy poderoso y sobreviviente, destapó una de las más grandes piramidaciones y asalto a los fondos de los depositantes y finalmente al estado. Aunque Febres Cordero casi incendia Guayaquil tratando de salvar al Bando del Progreso la única alternativa de evitarlo fue bajar un poco la línea de flotación de las quiebras bancarias y permitir que el Banco de Guayaquil cuyos indicadores no le daban, por asuntos de viejas amistades y regionalismo se le permitió sobrevivir. Como ave fénix, resurgió de las cenizas y entró en las grandes ligas. En estos trajines las pugnas aumentaron ,la llamada Asociación de Bancos entró en crisis cuando la presidencia rotativa correspondía al único banco de Guayaquil sobreviviente, es decir a su titular Guillermo Lasso, dos banqueros quiteños, los más importantes ,imbuidos en un mal sano regionalismo le impidieron ejercerla y las diferencias se tornaron irreconciliables , aunque que en ciertas épocas para enfrentar enemigos comunes disimulaban su odio. Hoy han vuelto a hacer crisis.

Nunca se lograron proyectos conjuntos y cuando el uno hizo el Banco del Barrio el otro le respondió con el Banco del Vecino, el “pronto pago” no sabíamos quién era el dueño, si uno entró a la emisión de tarjetas el otro no podía quedarse atrás y así en todos los productos se copian iniciativas.

Se pisaban al disimulo las costuras, pero fue el Pichincha que empezó un ataque sostenido ante las pretensiones políticas del otro. Parecería que el país les resulta pequeño para abarcar a dos sistemas bancarios que compitan, como si fuese un reinado donde no caben dos monarcas y cuyo liderazgo y consolidación definitiva de un monopolio es la meta de ambos.

La venta del Banco del Pacífico como algunos analistas, inclinados al grupo Pichincha ya denunciaron públicamente, aunque sin pruebas, parecería ser el punto de inflexión que los dos tienen. Es evidente que los espectadores, opinólogos y analistas prefieren mirar a otros lados, no intervenir en la disputa y simplemente esperar con palmas al sobreviviente.

CHOQUE DE TRENES.

El llamado grupo del Banco del Pichincha (que en realidad tiene un solo propietario) ha tenido grandes enfrentamientos y no solo ha sobrevivido sino que ha salido robustecido, confianza con la que inicia esta nueva lid. Su pugna con el gobierno de Buacaram los llevó a la vergüenza de acudir al congreso para tratar de explicar sus operaciones de compra de sus paquetes accionarios y consolidar mayorías; se cayó primero el acusador y salieron con fuerza a ampliar sus operaciones.

La vergonzosa pugna con el grupo Isaisas en la que los dos pusieron a la opinión pública nacional a soportar el enfrentamiento envalentonados en sus buques transformados en destructores, los dos canales de más amplia sintonía del país. Lucha implacable en la que no quedó campo empresarial, personal o familiar que ambos hayan excluido. Fue tan vergonzoso el enfrentamiento que hasta la Iglesia Católica ex accionista del uno e inversionista del otro, buscó y halló la rendición y fue la tumba del grupo que parecía el más importante del país. El exilio fue su alternativa.

Estás victoria robustecieron sus operaciones y su buque estrella sobreviviente el Canal, buscó un enfrentamiento también con el Presidente Gutierrez y apoyó frontalmente su caída y este, en carta cuando estaba en funciones y que hoy circula ampliamente en las redes, fue lapidario en señalar las falencias de este choque en el que nuevamente ganó en Pichincha y Gutiérrez enterró su presidencia y su futuro político.

Con Correa ambos tuvieron épocas de acercamiento y choques, alabanzas esporádicas diálogos frecuentes ,acuerdos puntuales pero nadie puede negar que pese a los ensañamientos públicos ambos al igual que los principales grupos económicos obtuvieron las mayores utilidades de su historia. Hoy la cercanía con el correísmo es motivo de celos, dudas y secretos.

EL PODER DE LAS LOCOMOTORAS.

Si bien existen cientos de grupos económicos muy importantes en el país en los que se concentra la riqueza, tienen más del 70 del PIB y sus ingresos superan los 70 mil millones, apenas tenemos medio centenar de medios de comunicación y son 45 las entidades bancarias que están bajo su control y son propietarios directa o indirectamente de todo tipo de empresas pese a las limitaciones legales impuestas, muchas de las cuales no se respetan. Esta concentración de la riqueza aumentó con el gran flujo de recursos de los últimos veinte años, con absorciones por crisis o quiebras y ambos Grupos están definitivamente en el Top 10 de los poderosos.

El Pichincha tiene una serie de Bancos en el país, tarjetas de crédito, seguros, inmobiliarias, intermediarias financieras y no se dice pero es propietaria de una gama de medios de comunicación y apuntan al futuro con medios digitales, todos los cuales se nutren con el poder de su propia publicidad. Sus ingresos superan los dos mil millones anuales aún en la pandemia , paga menos del 5 % de impuestos sobre sus ingresos y aunque no hay una lista de sus bienes e inversiones en el exterior pagó según el propio SRI 3.5 millones por impuestos a los activos en el exterior con lo que la principal acusación oficial tambalea. Sus activos son los más grandes de todos los grupos económicos y según expertos superan los 20 mil millones y la fortuna personal de su principal superaría los 1.500 millones.

Estas cifras lo colocan casi como imbatibles y con derecho a criticar al poder político para disminuir su poder político y frustrar o impedir maniobras financieras que le quiten su liderazgo y podría ser este el motivo verdadero de los ataques

En la otra locomotora, la del Presidente Laso “sólo “ tuvo ingresos de menos de 700 millones pagó más impuestos proporcionalmente que el Pichincha ya que superó el pago del 5 % de sus ingresos en impuesto a la renta, es decir una mayor eficiencia y lo que parece molestar que frente al inmenso poderío del Pichincha pagó sólo como impuestos a sus activos en el exterior cerca de cinco millones pese a que sus activos “apenas” llegan a 6 mil millones y su patrimonio no alcanza supuestamente a los 800 millones.

Índices peligrosos si se los compara proporcionalmente. Estas son las cifras que molestan al Presidente a lo que se suma la enfermedad que da el ejercicio del poder político que cuando se lo tiene no se mide lo transitorio y piensan que es superior al económico lo que en este caso compensan para entender que c, aunque no parezca será una lucha entre iguales, pese al abismo económico que los separa.

No se puede descartar que ambos directa o indirectamente desearían controlar la adquisición de Banco del Pacífico, los fondos del Biess, el poder del Central, las operaciones financieras internacionales, los seguros y reaseguros, para lo cual nadie en estas épocas de complicadas tecnologías y triangulaciones puede garantizar una total transparencia. Un enfrentamiento donde puede haber un solo sobreviviente, frente a la cual hay que buscar espacios en la tribuna para ver el desarrollo de esta lucha de titanes.
Es de esperar que el que pierda no sea el país.

Hernán Muños T-