Estero de Plátano, un rincón de playas limpias y aventura 

Las grandes  olas y el sonido de la naturaleza envuelven el paisaje  turístico ubicado al sur de la provincia esmeraldeña 

Sector perteneciente a la parroquia Galera, cantón Muisne, un sitio perfecto para el avistamiento de las ballenas jorobadas, en tiempo de apareamiento y la aventura de todos los turistas que opten por un tiempo de relajación alejado del ajetreo que conforman las grandes ciudades. 

Destino Turístico 

La playa Estero del Plátano denominada playa virgen por su inmenso mar azul,  un rincón escondido entre un bosque seco, donde existen tradicionales casas de madera y caña que conforman el pueblo de más de 700 familias, dedicadas a labores de pesca o agricultura para sustento económico. El lugar turístico también representa el hogar de cientos de especies  animales y plantas.

Las inmensas rocas forman parte del paisaje tradicional, cuando la marea baja el turista podrá observar especies como las jaibas, cangrejos, erizos los cuales pasean por las rocas en completa calma y en los 500 metros de playa que se cuentan desde la punta de La Corcobada hasta Rampal, forman una piscina natural.

ZONA TURÍSTICA. La población basa su economía en el turismo, pesca y agricultura

Bondad de la gente 

La cotidianidad de sus habitantes permiten que el visitante se sienta como en casa y disfrute de largas horas de convivencia con el poblador de Estero de Plátano, ciudadanos que practican la amabilidad y resaltan las bondades del ecoturismo en la zona, además la temperatura promedio es de  25 ºC en la zona. 

Walter Quintero, morador del sitio, mientras atiende su negocio de comida y prepara un cóctel a base de coco destaca las fortalezas de la playa. «Estas son playas limpias y tenemos pozos sépticos, nada sale a la playa», expresa Quintero.

Preparación de cóctel a base de coco
GASTRONOMÍA. Ceviche de concha preparado en la zona

El coco era rayado con las manos laboriosas del poblador, en unos 15 minutos Walter ya tenía el producto listo para empezar la preparación del cóctel esperado por dos turistas. Mientras del otro lado en la cocina una mujer afro preparaba el especial ‘ceviche de concha’, un plato exquisito acompañado de patacones, arroz, limón y los condimentos al gusto del consumidor. Apróximadamente en unos 15 minutos todo fue puesto en la mesa de los visitantes, quienes no tuvieron problema de esperar porque el panorama y sonido de las olas transmiten calma.

Comercio y movimiento 

A las costas de la playa también se encuentran negocios de comida, acoplado con hamacas para el turista y a un metro se observa una escuelita, donde los niños y profesores se educan observando la belleza natural.

Estero de Plátano cuenta con una cancha múltiple, un pequeño parque, la capilla y se está implementando la zona de discobar. El recinto está en constante crecimiento y vive del turismo, un espacio natural oculto que difunde sus bondades para las familias ecuatorianas que gusten salir de la rutina, escuchar el sonido del mar, comer mariscos y disfrutar amenamente. (CS)