EL FÚTBOL ECUATORIANO ESTÁ DE PARABIENES

Históricamente, Ecuador es un país futbolero, pero alejado de la élite sudamericana y mundial, siempre lidiando en media tabla para abajo. Sin embargo, en las últimas décadas ha tenido un progreso notable y superlativo que ya lo lleva a codearse con lo más granado de este deporte.

Tiene protagonismo en la Copa Libertadores, en la Copa Sudamericana, en la Copa América, en el clasificatorio de los mundiales y en la exportación de futbolistas; ya sea en el continente o en la misma Europa. Una pléyade de jóvenes pasea su estampa por los clubes más tradicionales del mundo.

Tiene cerca de 60 jugadores entre juveniles y profesionales repartidos por el viejo continente y otras latitudes. Esto demuestra que la aptitud de la materia prima ecuatoriana por el fútbol es significativa y una realidad reveladora que ya lo llevó a clasificarse directamente para el Mundial Qatar 2022.

Lo alcanzado por el humilde club Independiente del Valle, el campeonato de la Copa Sudamericana ante un club brasileño de reputación mundial, lo bautiza como un integrante de los “clubes elegidos”, una irrupción fantástica y gratificante a la gloria, a la élite del futbol sudamericano. Señal elocuente de que se hicieron bien las cosas.

Su entrenador es el charrúa Pablo Repetto, conocido por la afición paraguaya. Él tuvo una fugaz incursión al frente del equipo de Olimpia, dirigió 6 partidos oficiales entre la segunda y la tercera fase de la Libertadores y dos encuentros del Apertura 2017. No debió irse del decano, pero diferencias dirigenciales influyeron para su dimisión.

La influencia y la personalidad del entrenador resultan fundamentales para ejecutar los proyectos ambiciosos. Repetto es finalista en Copa Libertadores de América 2016 y ahora campeón en Copa Sudamericana 2022 con el mismo club: Independiente del Valle de Ecuador. En consecuencia, lo conseguido ya no es casualidad.

Atrás quedaron los millonarios Barcelona, Liga Deportiva de Quito (LDQ), Emelec, El Nacional, Aucas, etc. Ahora aparecen benjamines como Independiente del Valle que gratifican al deporte universal, codeándose con el círculo privilegiado del fútbol ecuatoriano, que ha crecido enormemente y está haciendo historia en el continente.

Ecuador es muy caro al afecto paraguayo, por los futbolistas que jugaron allí y porque muchos de ellos optaron por quedarse a vivir y trabajar en esa tierra, país que lo acogió como si fuera un hijo. José María Ocampos, Raúl Duarte, Carlos Alberto Espínola, Enrique Vera, Luis Amarilla; siempre recordaron con cariño al pueblo ecuatoriano.

Albricias. Ecuador está de fiesta, saboreando de la gloria y la admiración. Salud.