Ecuador y China: ¿Qué esperar del nuevo acuerdo mundial?



En este artículo se analiza la relación comercial entre China y Ecuador. El autor comienza explicando la relación comercial entre estos dos países en términos generales. Más adelante describe el número de importaciones y exportaciones de los dos países. Además, el artículo explora la dinámica de inversión y deuda entre China y Ecuador y cómo estos dos elementos han cambiado de 2008 a 2023. Finalmente, se explica la importancia del acuerdo comercial entre ambos.

Debido a su influencia y peso relativo en el concierto internacional, tanto en lo político, como en lo económico, es importante para el Ecuador, mantener una relación sana y diversificada con todas las principales naciones del mundo. Sin duda este es el caso con China, debido a su importancia y tamaño en las esferas geopolítica, económica y militar.

Solo basta recordar la importancia que tiene China en el ámbito económico y comercial.
Juntamente con la India, son los dos países con la mayor población del mundo y sin duda China es el mercado de consumo más grande después de los Estados Unidos (EE. UU.) y rivalizando con la Unión Europea (UE) (Ver cuadro N°1), con una clase media creciente y con una de las poblaciones de millonarios y
billonarios más grande a nivel planetario.

Adicionalmente, China es el más grande exportador del mundo después de los Estados Unidos (Ver cuadro N°2) y la segunda economía más grande del mundo después de este y con la posibilidad de superarle. (Ver cuadro N°3)

No olvidemos también que China es el primer destino de la Inversión Extranjera en los países en vía de desarrollo en el mundo y que a pesar de la pandemia y del fenómeno del Nearshoring, sigue siendo la fábrica del mundo. (Ver cuadro N°4)

Ahora, analicemos como se encuentra la relación económica bilateral.
En lo que respecta a la balanza comercial, por primera vez hemos logrado equilibrarla, con un leve superávit en la balanza no petrolera, en lo que respecta al primer semestre de este año (Ver cuadro N°5)

En cuanto al comercio exterior, China ha pasado a ser por primera vez el primer destino de nuestras exportaciones (Ver cuadro N°6) superando a los EE. UU. y a la UE y continúa siendo el primer origen de nuestras importaciones (Ver cuadro N°7)

En lo que respecta a los productos que exportamos a China, la diversificación sigue siendo limitada, concentrándose particularmente en el camarón, bien cuya exportación ha aumentado de manera significativa a China y que explica en gran parte, por qué esta nación asiática ha pasado a ser el primer mercado para la oferta exportable del Ecuador. A esto se suma nuestras exportaciones principalmente de banano, desperdicios metálicos, madera de balsa y harina de pescado (Ver cuadro N°8)

En cuanto a las importaciones provenientes del gigante asiático, estas son esencialmente biene industriales (Ejemplo: Maquinarias), bienes tecnológicos (Ejemplo: Celulares y computadoras) y bienes de consumo (Ejemplo: Automóviles) (Ver cuadro N°9)

Pasando al tema de la inversión China en el Ecuador, esta definitivamente se ha reducido con relación al periodo en el que estaba en el poder el presidente Rafael Correa, en gran parte debido a la reducción sustancial de la inversión pública en los dos últimos gobiernos. Desde el 2021, esta se mantiene relativamente estable, pero con montos poco significativos. (Ver cuadro N°10)

Como podemos ver en el cuadro N°11, la inversión extranjera China está concentrada particularmente en la minería, mientras se ve una reducción de esta, en especial en el sector de la manufactura y de la construcción.

Finalmente, en lo que respecta al endeudamiento con esta nación del Asia, este ha venido reduciéndose desde el periodo del presidente Moreno, gracias a una serie de procesos de renegociación bilateral, mientras que ha aumentado el endeudamiento con los organismos financieros multilaterales como el Fondo Monetario Internacional (FMI).

En base a todos estos antecedentes, la expectativa es que una vez que entre en vigor el acuerdo comercial entre las partes, este contribuya a que esta tendencia positiva a favor del Ecuador se mantenga e inclusive aumente.
Todo indica en primera instancia, que el acuerdo ha sido bien negociado y que permitirá, por un lado, mantener e incrementar las exportaciones de aquellos productos que ya son sujetos de comercio y, por otro lado, el poder incluir en el corto y mediano plazo nuevos productos que tienen potencial en el mercado chino, tales como las variedades de pitahayas, el aguacate o productos industrializados como el café, los chocolates, los snacks, entre otros.

Adicionalmente, en la negociación se ha podido mantener fuera del proceso de desgravación a la mayoría de las subpartidas que son más sensibles para el sector empresarial ecuatoriano y en especial para la industria, o se les ha podido situar en canasta que van hasta los 20 años de desgravación.

También el acuerdo prevé mecanismo de defensa comercial para salvaguardar los intereses de la industria nacional ante los embates de las importaciones chinas, tales como una salvaguardia bilateral. Se mantiene además la posibilidad de acudir a los mecanismos de este tipo previstos en la OMC, tales como sus mecanismos de salvaguardia, medidas antidumping, medidas compensatorias o el poder acudir a su órgano de solución de diferencias.

Solo queda esperar que el acuerdo comercial que ya fue acordado técnicamente pase el control de constitucionalidad en las próximas semanas en la Corte Constitucional y que la nueva Asamblea lo apruebe para que el ejecutivo mande el instrumento de ratificación para que este entre en vigencia, probablemente en la segunda mitad del 2024.

Se viene próximamente Corea del Sur, cuya negociación técnica se cerró en estos días, después de un muy largo proceso de negociación y en el tintero quedan otras de mucha relevancia para los intereses comerciales del país, como Japón. Una vez que esto se concrete, el Ecuador habrá dado un paso agigantado y trascendental para incrementar su presencia comercial en la región más dinámica del mundo, el Asia Pacífico y así continuar diversificando el destino de sus exportaciones y el origen de la inversión extranjera que logra captar.
¡Buenos vientos a nuestro equipo negociador a futuro!