Una soga amarrada a su cuello y colgada de una viga, fue la salida que encontró Aníbal Enrique Cóndor, para finalizar sus problemas. El hombre escogió el 13 de febrero para poner fin a su existencia, pero antes dejó un papel en el que pedía perdón a su familia por la nefasta decisión.
No se conoce con exactitud a qué hora del último domingo, Aníbal, fue a una casa en construcción, en el barrio Sihabitat, sector sur de la ciudad de Esmeraldas, a cumplir el objetivo de suicidarse.
Uno de sus hijos, lo fue a buscar pero lo que halló fue una carta que decía que lo busquen en el terreno de al lado. Al llegar vio a su papá colgado y sin vida. Personal de la Policía acudió a realizar el levantamiento del cadáver para trasladarlo al Centro Forense de Esmeraldas.
Aníbal era oriundo de la Sierra ecuatoriana y por algunos años se dedicó al comercio junto a su esposa, quien ahora se queda desamparada con los cuatro hijos que procrearon. Ayer fue sepultado en el camposanto Jardines de La Paz.