El país desde hace dos décadas viene perdiendo competitividad frente a sus vecinos y esto ha hecho que la inversión extranjera sea cada día más reducida, se diría ridícula pese a las farsas de grandes compromisos de inversión, de acuerdos mentirosos que nunca se cumplen, pero no solucionamos los problemas básicos que impiden nuevos emprendimientos y aquellos extranjeros que viene simplemente compran las empresas y las industrias ecuatorianas construidos por varias generaciones a precio de remate.
Otros más sabidos buscan testaferros extranjeros y gracias a hábiles formas evaden sus responsabilidades con transferencia ficticias y evitan que el populismo laboral acolitado por jueces demagogos les haga perder todos sus patrimonios. Así los analistas más serios saben que aparte de una justicia tarifada tenemos un sistema laboral que destruye la inversión, impide el crecimiento del empleo y quiebra a aquellas víctimas de la crisis económica fruto del salvajismo indígena y no tuvieron ningún apoyo frente a la crisis agravada por la pandemia.
Nadie tiene la valentía de decir que jamás se reducirá el riesgo país cuando el principal indicador, la torpeza de la dirigencia indígena sea destronada. En todos los países del mundo obligaron al refinanciamiento de las obligaciones bancarias, dieron facilidades para el pago de impuestos en tiempos razonables, los ciudadanos recibieron ayudas económicas con la emisión de monedas duras inorgánicas que llevaron a la crisis actual y a la inflación, pero sus sistemas productivos sobrevivieron a nuestra cosa. Para los burócratas, banqueros y la justicia laboral no ha existido la pandemia. Es fácil para cualquier funcionario o juez mediocre simplemente condenar a los pequeños y medianos empresarios a la quiebra porque eso es más fácil y nadie los cuestionará. Revisadas las sentencias expedidas da vergüenza la calidad de jueces que tenemos y los demás sectores hablan de una reforma laboral, pero nadie asume la responsabilidad y para las autoridades y jueces simplemente que siga el desbarajuste.
Ante esto creemos indispensable que los pequeños y medianos empresarios, los emprendedores que pese a todo esto quieren invertir en el país deben saber las formas de contratación y de terminación de las relaciones laborales en términos justos entre empleadores y trabajadores sin caer en la extorsión, sabiendo que la reforma laboral con la calidad de dirigentes sindicales y político no llegará nunca y los verdaderos emprendedores preferirán nuevamente optar por la migración. Este nuestro aporte, darles la información adecuada.
Redacción Revista Semanal