Blasco Peñaherrera: liberal íntegro y de pluma valiente

Mariana Velasco

Caballero íntegro y admirable por sus facultades intelectuales y don de gente. Preclaro, insigne y liberal por convicción. Ecuatoriano Ilustre, célebre y destacado que en el transcurrir del tiempo, logró respeto, admiración y notoriedad por sus actos. A través de sus ideas, colaboró de forma positiva en el desarrollo del país y sus habitantes, marcando un hito en la historia.
En momentos que se vive una descomposición social y crisis de valores, sería deseable que existan individuos con dichas características para continuar en el crecimiento como nación y el fortalecimiento de la democracia, porque el político es más que el orador que persuade, es el actor que se eleva en coyunturas extremas.
Este ser humano, con nueve décadas de vida a sus espaldas, se entregó en cuerpo y alma al Ecuador de una forma que, en quienes le conocen, despiertan admiración, respeto y recuerdan por su transitar en la política, periodismo, diplomacia y academia. Sus ideas y trayectoria, resultan intachables.
Nace en la capital de los ecuatorianos, un 22 de febrero de 1934, el político, abogado y periodista, Blasco Peñaherrera Padilla, quien al igual que su abuelo paterno (Víctor Manuel Peñaherrera) estudió derecho en la Universidad Central del Ecuador. Su posgrado realizó en las Universidades de Chile, la Autónoma de México y Venezuela. Su vida universitaria estuvo marcada por las luchas estudiantiles que siempre lideró y encendió con su gran oratoria. Con estas cualidades participó en México en el concurso Iberoamericano de Oratoria y fue el triunfador.
La historia nos ha enseñado que el deporte, es mucho más que una manera de estar en forma porque tiene una de las capacidades más valiosas como el de representar fielmente la vida, al tener la facilidad para unir personas y derribar barreras. Blasco Peñaherrera Padilla, lo tuvo claro. Sus participaciones en la carrera Ultimas Noticias, en la capital de los ecuatorianos, fueron constantes; mientras la lógica nos dice que los conceptos-deporte y política -poco tienen que ver el uno con el otro.
Peñaherrera Padilla, contrajo matrimonio con Zeineb Solah Coronel en 1955, con quien tuvo tres hijos: Samia, Modesto y Blasco. ​El polifacético ecuatoriano la conoció cuando ella era alumna del Santo Domingo de Guzmán, durante un certamen literario en el que participaron colegios masculinos. ​ Zeineb, su compañera de toda la vida ,lo acompañó en todas sus luchas, falleció el 17 de julio del 2021, a los 87 años.
Funciones desempeñadas
Figura destacada en la política ecuatoriana durante la segunda mitad del siglo XX. Ejerció roles importantes como dirigente y máximo representante del Partido Liberal, legislador, embajador ​y parlamentario andino, entre otros. A lo largo de su vida pública, mantuvo posturas firmes y a menudo polémicas, pero sus adversarios lo respetan, principalmente por su reconocida honradez.
En los setenta combinó el ejercicio privado y el periodismo con la acción política frente a los gobiernos militares. Vuelto el régimen constitucional, fue diputado nacional alterno (1979-1983) por el Partido Liberal .
Fue columnista de los diarios: El Universo, El Mercurio, Hoy, El Comercio y de la revista Newsweek en español. Trabajó como Jefe de Redacción, columnista y subdirector de la revista Vistazo de Ecuador. Fue director y productor de programas informativos y de opinión de los canales de televisión 8 de Quito y 2 de Guayaquil. Se desempeñó como presidente del Instituto Ecuatoriano de Investigación de la Comunicación Pública y presidente de la Compañía Consultrín.
En el ámbito público: Ministro de Gobierno, Subsecretario del Ministerio de Educación, Secretario Ejecutivo de la Secretaría de Integración del Pacto Andino, Presidente del Consejo Nacional de Educación, Concejal de Quito, Presidente de la Junta Nacional de Planificación, Diputado Nacional.
Vicepresidente de la República 1984-1988
Profesor de varios establecimientos educativos de la cuidad de Quito, catedrático en la Universidad Central del Ecuador y Católica de Quito.
Obras publicadas
1988: El viernes negro, antes y después de Taura.  ​
1990: Discursos 1984-1988.  ​
1991: El Liberalismo en el Ecuador de la gesta al porvenir. ​
1992: La revolución del sentido común, breve relación de un colapso inevitable y de las causas de un renacimiento saludable y necesario. ​
2010: Perú y Chile desde las cenizas.  ​
2024: Controversia y propuesta en las últimas décadas del siglo XX.  ​

Grandes ligas
Desde 1954, Peñaherrera Padilla, milita en el Partido Liberal, del cual fue su director nacional y luego de sus luchas en contra de la Dictadura de los Triunviros, su liderazgo se fortaleció, Diputado polémico y valiente empujó a su partido con un nuevo grupo de liberales jóvenes que lograron llevar a Clemente Yerovi a la Presidencia y luego el 1968 a a enfrentarse a Velasco Ibarra colocando en peligro su elección. Sin embargo, como se elegía por separado Presidente y Vicepresidente, lograron el triunfo parcial con el ilustre catedrático Guayaquileño Jorge Zavala Baquerizo asì como las principales Alcaldías del país. Partidarios del candidato Andrés F. Córdova pugnaban por una oposición radical, Peñaherrera y el Partido apostaron por la gobernabilidad, resolución que causó una gran división y la fundación del Partido Izquierda Democrática. Celebraron el acuerdo político calificado por los opositores como” Pacto Mordore”. Fue Ministro de Gobierno y al concluir el período ante la brumadora popularidad de Asaad Bucaram como seguro nuevo presidente y la salida del primer barril de petróleo, y estando los militares ávidos de administrarlo, se dio la dictadura de Rodríguez Lara, que luego de defestrarlo, concluiría con el restablecimiento de la democracia y las elecciones generales. El liberalismo que tenía como su principal aliado al CFP de Asaad Bucaram, acordaron que ante la imposibilidad de que sea candidato los candidatos y fueron reemplazados por Francisco Huerta Montalvo con quién ya habían ganado antes la Alcaldía de Guayaquil ,como candidato a la Vicepresidencia Blasco Peñaherrera y para Alcalde de Guayaquil Jaime Roldós que había sido legislador y formado un bloque con el liberalismo. Arrancada la campaña y como se mantenía las opciones, la Dictadura descalifico a Francisco Huerta y se desarmó el acuerdo y pese a la insistencia de Roldós de mantener su candidatura a la Alcaldía , se planteó la de Raúl Clemente Huerta pero su partido no aceptó que el CFP ponga su candidato a la Vicepresidencia , Bucaram exigió a Roldós y mantuvo su compromiso en cuanto a la Vicepresidencia para la Democracia Cristianas-. Peñaherrera optó luego por un nuevo período como legislador por su partido con el que se implementaron las mas importantes reformas constitucionales y legales como la igualdad de género, la ley de aguas, el código de menores, la ley de reserva de carga y otras muchas mas colocando nuevamente en la expectativa del poder.
NUEVAS ALTERNATIVAS
El liberalismo vigente con sus reformas y fuerte liderazgo buscaba un candidato y recibió la solicitud formal de Febres Cordero de afiliarse pero no fue aceptado y se nombró como candidato a Jorge Zabala Baquerizo mas su campaña no despegó por lo que al ser reemplazado optaron por un acuerdo con la derecha con Febres Cordero que si había obtenido afiliación en el Partido Social Cristiano y como candidato a Blasco Peñaherrera y se conformó el Frente de Reconstrucción Nacional, integrado por socialcristianos, conservadores, liberales e independientes. Candidatos, León Febres Cordero para la presidencia y Blasco Peñaherrera Padilla para la vicepresidencia. Triunfó el binomio ( 1984-1988).
El liderazgo de Blasco ,los éxitos de los liberales en el cogobierno y en las principales alcaldías , empezó a crear malestares entre los círculos cercanos al ejecutivo complicándose por una feroz oposición y por denuncias sobre irregularidades de ciertos funcionarios. La primera crisis se dio cuando la Izquierda Democrática que inesperadamente había perdido la Presidencia, tenía una amplia mayoría en el Congreso y luego de nombrar a los funcionarios que le correspondía, procedió como siempre se decía “por esta única y última vez” a declarar terminados los períodos de los miembros de la Corte Suprema de Justicia y nombró a nuevos de su sola tendencia. Ante esto y la protesta de los partidos minoritarios Febres Cordero cercó con tanquetas policiales la Corte y sólo por la habilidad de Blasco Peñaherrera se llegó a negociar y conformar una Corte en la que estaban representados todo los partidos proporcionalmente a su representación como había sido ya la costumbre parlamentaria. Las elecciones intermedias fueron un fracaso para el gobierno y la consulta popular en la que solo se preguntaba si los independientes pueden ser candidatos, contra toda las encuestas y una elemental lógica, fueron un bumerán y empezó el gobierno a desmoronarse pese a sus éxitos en contra de la violencia.
VIERNES NEGRO, LA PEOR PRUEBA
Un simple incidentes entre compadres fue el detonante de una crisis que se conoció como “El Taurazo”. El General Frank Vargas Pazos, compadre del Presidente, luego de una larga y exitosa carrera militar consideró que tenía el derecho de obtener el máximo grado dentro de la fuerza aérea. Nadie ha podido dar una explicación por qué su compadre y Presidente le negó algo que era definitivamente un derecho, provocando su rebelión y se tomó la Base de Manta. Luego de varios días de zozobra, recapacitó y voluntariamente se presentó ante el Presidente reconociendo la institucionalidad y este le ordenó presentarse como detenido a la Base Miliar de Quito. En esa Base se pretendió ofender y castigar al miliar ante lo cual con la valentía que creen tener los presidentes en ejercicio, contra toda recomendación, viajó fue a la Base de Taura, donde fue recibido con actos violentos y con ráfagas de ametralladoras que provocaron la muerte de varios escoltas del Presidente y lo que es mas grave, fue su guardaespaldas personal el que le salvó la vida al cubrirlo con su cuerpo cuyas heridas provocaron su muerte instantánea. Con este escenario se inició dicho largo viernes. Relatado por testigos presenciales, notificado el Vicepresidente se presentó en el despacho presidencial para afrontar la situación y pese al transcurso de las horas los secuestradores no buscaron comunicación aunque ya se sabía hasta los nombres de los fallecidos. Al llegar a Carondelet “Blasco pidió la comparecencia de la esposa del Presidente ,Eugenia Cordovez, quien residía en el palacio, para que con ella; adoptar las resoluciones . No había sino uno o dos funcionarios del circulo del presidente ,se estudió la necesidad de que Blasco asuma el poder a lo cual en reiteradas veces se negó, fueron al Ministerio de Defensa en donde se recomendó que cualquier negociación solo podía asumir como Presidente por lo tanto debía asumir , el Secretario de la Administración ya había preparado el decreto y la propia Primera Dama consideraba indispensable pero Blasco siempre dijo que eso dejaría en total abandono al Presidente y que su integridad física no sería respetada. El Congreso de oposición hacía saber de la aceptación y reemplazo de su mayor adversario, pero no hubo cambio en la resolución. Al caer de la tarde Nebot había logrado un gran respaldo en Guayaquil y la situación fue controlada gracias a la habilidad de Blasco que supo con la Sra. del Presidente negociar y comprometer de que todas los acuerdo que había asumido Febres Cordero sería respetados, compromisos que Febres Cordero no cumplió.
La habilidad en el manejo de la crisis aumentó la popularidad de Peñaherrera y los celos de los grupos de la costa por lo que impulsaros rumores y malas interpretaciones como que cuando Febres Cordero retornó a Quito no concurrió Peñaherrera pero nadie dijo que presidía el acto de homenaje a los muertos que causó Taura y que estaban siendo enterrados por lo que se le hizo saber del rompimiento que provocó una serie de injusticias y ofensas personales indignas de relatarse y solo la recia personalidad de Blasco permitió soportar. Publicó Viernes Negro en el que narró el cautiverio del ex presidente, además de exponer una serie de datos inéditos sobre irregularidades en el manejo de los fondos públicos. Años después Febres Cordero reconocería sus errores y con las disculpas del caso, se reestableció esa vieja amistad, lesionada por los interese de terceros.
Tras el secuestro del presidente, en 1986, por soldados de la Fuerza Aérea Ecuatoriana-FAE- en diciembre de 1988 publicó El viernes negro, motivo


«Controversia y propuesta, en las últimas décadas del siglo XX».
A sus 90 años de edad y a mediados del mes anterior, presento el libro El cartujo recopila una selección de sus publicaciones en la revista Vistazo desde los años sesenta hasta los noventa del siglo pasado, ​ organizadas en temas generales como «Controversia» (nombre de su columna), asuntos políticos, historia política y cuestiones internacionales. La lectura de esta obra proporciona una mejor comprensión del pensamiento de un protagonista de nuestra historia.
‘’Adversario y mejor amigo’’
Treinta años del pensamiento político de Blasco Peñaherrera Padilla, exvicepresidente de la República, contiene la nueva obra publicada por la Universidad Andina Simón Bolívar y la Corporación Editora Nacional. Recoge algunas de sus más importantes columnas de opinión.
La idea, surgió de su entrañable amigo Enrique Ayala Mora, historiador, político, fundador de la UASB y actual presidente. En el evento, el historiador contó qué junto con Peñaherrera Padilla, seleccionaron las piezas que son parte del texto. Insistió en resaltar la amistad que los une, a pesar de las marcadas diferencias de pensamiento político. Blasco, ‘’Adversario y mejor amigo’’, exclamó un Enrique apasionado.
‘’Es un compendio clave del pensamiento ecuatoriano’’, reconoció Ayala Mora sobre la importancia de las páginas que retratan el aporte y reflexiones de Blasco Peñaherrera Padilla, cuyas ideas siguen vigentes en el Ecuador del presente. El Rector de la Andina, César Montaño, agradeció ‘’el aporte de material para entender la realidad nacional, la vida política y comprender los grandes problemas que aquejan a la sociedad ecuatoriana’’. Calificó al ex vicepresidente como una persona ‘’correcta’’ y ‘’honrado servidor público’’.
Sexta obra
Con La revolución del sentido común: el avance de un movimiento intelectual y político irreversible, se inicia el libro de 317 páginas de lectura. Se considera una de las columnas más leídas para la época.
Hombre de Estado
César Montúfar, docente del Área de Estudios Sociales y Globales de la Universidad Andina Simón Bolívar, al presentar el ejemplar, expresó que participar en el homenaje de un personaje público al que uno admira pareciera una tarea fácil. Pero, en realidad, al preparar la presentación de Controversia y propuesta, del doctor Blasco Peñaherrera Padilla, ex vicepresidente de la República, descubrió que era una misión un tanto más complejo de lo que inicialmente pensaba. Y es que Blasco Peñaherrera Padilla es una de las figuras centrales de la política ecuatoriana de las últimas décadas. Lo ha sido, porque como pocos, ha marcado el devenir de nuestro país, combinando la acción y la lucha política con el pensamiento, la crítica y el análisis de la situación nacional e internacional, como lo muestra esta colección de sus columnas, publicadas en la revista Vistazo entre las décadas sesenta y noventa del siglo pasado.
El académico, acotó que sólo por ello, este libro ya merecería ser leído como el testimonio analítico y apasionado de alguien que al mismo tiempo que empuñaba la pluma o pulsaba las teclas de una máquina de escribir o un computador era actor incisivo, valiente y acrisoladamente honesto, de ese Ecuador sobre el que escribía con amor y conocimiento.
En estas páginas puede leerse al Blasco Peñaherrera polemista; al columnista que llama las cosas por su nombre; a quien con una prosa impecable punza con su punto de vista al lector que desprevenido se aproxime a sus páginas. En el libro, pueden leerse series de artículos con títulos tan sugestivos como “La revolución de la sensatez”; El ogro filantrópico ecuatoriano”; “La pesadilla demagógica… democrática… persistente… posible…”; “¿Dónde está la calentura?… ¿en la falta de leyes? ¿en los malos ejemplos? O ¿en el exceso de tentaciones?”; “Las plañideras de la política”; “La peor enfermedad nacional: la burocrateplejía”; “El boom ideológico; el boom petrolero; el boom demagógico”… y series de artículos sobre temas internacionales como: “El asesinato de Gaitán”; “El sindicato de los millonarios pobres – La OPEP”; sobre “Haya de la Torre”; “Nicaragua”. Un menú de temas que con sobriedad y erudición nos presentan un retrato del debate nacional y latinoamericano que al autor le tocó vivir.
Sostuvo el catedrático que, la tarea de comentar un libro de Peñaherrera es también un deber que nos convoca a sentir su compromiso político porque hablamos de un hombre que a lo largo de su vida nunca se mantuvo neutro o aséptico frente a la realidad, sino que ha reivindicado la política ideológica desde una postura difícil de sostener en un país consumido por el rentismo y el privilegio de ciertas corporaciones.
El doctor Blasco Peñaherrera ha sido un liberal militante; doctrinario clásico; esforzado en decantar desde las ideas de libertad, igualdad ante la ley, pluralismo político, y una postura anti estatista –por ello escribió sobre el “ogro filantrópico ecuatoriano”, parafraseando a Octavio Paz; y por ello también como vicepresidente se empeñó en llevar adelante un programa de desburocratización—el ideario liberal en país marcado por el legado de Alfaro, pero sistemáticamente orientado a desconocer el significado del liberalismo en una versión profunda y radical. Su pensamiento político puede leerse en otras obras como La revolución del sentido común y El liberalismo, de la gesta al porvenir. En esas páginas encontraremos al autor argumentando desde la doctrina; exprimiendo un pensamiento encaminado a la acción y a la construcción republicana del Ecuador.
Si se me permiten, personalmente, dijo Montúfar, prefiero al Blasco Peñaherrera político. En ese campo, que es posiblemente la más difícil tarea humana, es posible calibrar el carácter sobresaliente del ser humano al que rendimos homenaje. Adhiero al excepcionalismo metodológico según el cual para comprender lo político vale poco aproximarse a las coyunturas de normalidad, sino a aquellas en que estallan momentos de emergencia y excepción. Como lo propuso uno de los mayores detractores del liberalismo en el siglo XX, pero que sentó bases prolíficas para comprender el sentido conflictivo de “lo político”, me refiero a Carl Schmitt, lo normal no dice nada, es en la excepción cuando la realidad aparece desnuda y cierta. Por ello, he releído El viernes negro. Lo que no debo callar para siempre, en que, además de una prosa brillante, trasluce el hombre de Estado que en una de las más graves emergencias de la vida nacional de las últimas décadas tuvo el equilibrio, el sentido democrático, la extrema prudencia, de no asumir el poder, declarando Estado de emergencia y movilización nacional, no obstante, los pedidos y sugerencias de muchos frentes, incluido el Jefe del COMACO y el entonces presidente del Congreso Nacional.
No es casual que el presidente de turno, secuestrado en Taura, no haya comprendido el proceder del vicepresidente; tampoco es casual, y es eso lo que deja ver la personalidad política del doctor Peñaherrera, que década y media después, incluso en situaciones menos graves que las de ese 16 de enero de 1987, el recurso de la declaratoria de emergencia y movilización nacional, se utilizara sin tino, peor prudencia, para desencadenar un ciclo de inestabilidad política en que se sucedieron tres golpes de Estado y la ruptura democrática. Al cerrar, la presentación del libro, Montúfar, agradeció al doctor Peñaherrera por su escritura, su pensamiento y ejemplaridad política.
Letras de amor en sus corazones
En nombre de su padre y hermanos Samia y Modesto, intervino Blasco Peñaherrera Solah para agradecer por el homenaje que queda grabado con letras de amor en sus corazones. Sin esconder emoción y adjetivos ante la generosidad de la Universidad Andina Simón Bolívar de haber propuesto con entusiasmo y perseverancia la edición y presentación del libro de su padre, quien a su vez, pidió transmitir sus sentimientos de gratitud y los de toda la familia al Rector de la Universidad Andina, noble caballero por su empeño personal y desinteresado en el desarrollo de la publicación del Controversia y Propuesta.
En el transcurso de la intervención, no vaciló en formular gratitud eterna al Dr. Enrique Ayala Mora, historiador lúcido, intelectual consagrado, investigador prolijo, y sobre todas las cosas: caballero íntegro y bondadoso, ecuatoriano de bien y querido amigo de toda una vida de su padre y toda su familia. ‘’Y es que fue justamente Enrique quien propuso a mi padre realizar esta recopilación de sus más importantes artículos de la Revista Vistazo; es decir, Enrique es realmente el padre de esta obra; la madre de Controversia y Propuesta fue mi madre Zeineb, quien con su inconmensurable amor, inteligencia, paciencia y firmeza, hizo que mi padre haya alcanzado sus logros más importantes’’.
Recuerdo que hace unos siete años mi mami llamó y me contó sobre el proyecto y me pidió que estuviera atento porque sentía que el proyecto demoraba mucho por el ultra perfeccionismo de mi padre y textual me dijo: “sambito solo a ti te hace caso tu papá”. Así participé en las labores que mi padre me asignó, que eran las de leer sus editoriales para reducir, lo que a mi criterio, estuviera demás.
‘’Sinceramente en ese acometido fallé, ya al leer lo que él había escrito desde cuando yo era un niño, únicamente profundizaba mi admiración por su capacidad de análisis y síntesis de los más variados temas; por su visión clara y prístina; por su frontalidad que siempre fue innegociable; por su valentía para argumentar los temas más delicados con inmenso conocimiento y valentía.’’
Es que mi padre es y siempre será un demócrata y un liberal convencido. Jamás, en ningún momento en su vida, escribió algo para complacer a nadie; él siempre lo hizo porque a través de sus publicaciones transmitía su ideología, su manera de entender la vida, y principalmente, las mejores vías para conseguir el fortalecimiento de la democracia, el imperio de la justicia, y el fomento de políticas públicas lógicas, que habían funcionado, en contraste con los muchos otros experimentos totalitarios fallidos’’.
El momento en que lean “Controversia y Propuesta” se darán cuenta, que no solo recopila sus más importantes editoriales publicados en la revista Vistazo, sino que también describe la evolución del pensamiento de un hombre bueno, que siempre defendió lo que consideró eran los mejores caminos para el desarrollo social, económico y político para nuestro país; un hombre que jamás tomó ninguna decisión en su vida pública para sacar provecho o para favorecer a nadie; vivió para servir. Prefirió andar siempre por el camino correcto, sin tomar atajos, trabajando intensamente en sus actividades como abogado, periodista, político y servidor público.
‘’No recuerdo haber pasado mi infancia junto a él, yo crecí de la mano de mi mami; pero cuando tuve la capacidad de comprender su dimensión intelectual y su compromiso con las únicas causas importantes –y afirmo esto no como hijo, sino como ecuatoriano– encontré a quien ha sido mi máximo ejemplo, mi guía, mi mentor y mi maestro. Llevo su nombre ya que mi hermano mayor lleva el de mi abuelo, y todos los días hago lo posible por honrar el legado que construyó para nosotros’’, ya que no hay fortuna que se compare con la tranquilidad de caminar por las calles y plazas de todas las ciudades de nuestro país, con la frente en alto y con el orgullo de que quien escucha mi nombre -en especial las personas más sencillas- cuando con cariño me preguntan sobre mi padre.
Puso énfasis al remarcar que parte sustancial de ese legado es el de ocuparnos de los temas públicos; mi padre, como todos quienes nos encontramos en esta Sala Magna, se encuentra desolado por el nivel de degradación y cooptación al que han caído la mayoría de los Poderes del Estado. Se encuentra estupefacto con el hecho de que la política hoy sea sinónimo de amarre, prebenda, abuso, y peor aún de narcoterrorismo.


El panorama de nuestro país es realmente desolador: la economía se encuentra en los límites de la recesión, la caja fiscal muestra un hueco de 13.500 millones que deben ser financiado con créditos a los que no podemos acceder ya que el castigo por el alto riesgo país, los hace inviables; los problemas sociales no han podido ser atendidos como nos merecemos, y vivimos una crisis de inseguridad con un poderoso enemigo que no tiene límites de financiamiento. Estamos viviendo una tormenta casi perfecta y realmente no sabemos a dónde mirar para encontrar una luz de esperanza.
Con orgullo sano, expresó qué al leer el libro de su padre, encontró situaciones muy similares vividas en el pasado en nuestro país y en otros de nuestro continente, y todas requieren por una parte, de la valiente participación de los ciudadanos, trabajando incansablemente para ser mejores trabajadores, profesionales, empresarios; es decir para cambiar la cultura del facilismo. Y por otra participar directa o indirectamente para ocupar los puestos que hoy son utilizados para el abuso y la perversidad.
Afirmó que luego de recorrer las provincias de nuestro país, al tiempo de escuchar y sentir la dolorosa situación en la que vive la mayoría, he constatado que esa misma mayoría está dispuesta a levantarse de su desánimo para hacer realidad la virtuosa transformación productiva, propuesta por su padre hace más de 50 años, y documentada en las páginas de la querida revista Vistazo, cuando dirigió la Junta de Planificación y Desarrollo y más adelante cuando como vicepresidente de la República, lo hizo a través del Consejo Nacional de Desarrollo.