Autoridades de Muisne blindan a sus pescadores ante los asaltos en altamar

La seguridad marítima ha tomado un papel primordial en la vida de los habitantes de Muisne. Los pescadores, que representan una parte significativa de la población, han enfrentado una serie de desafíos debido a los frecuentes asaltos en altamar.

Incrementar las medidas de seguridad
Con el objetivo de salvaguardar la seguridad e integridad de los pescadores, se ha puesto en marcha una nueva estrategia de seguridad. Este plan incluye la presencia de una lancha guardacostas de la Armada que ha comenzado a operar desde el 17 de enero. Las autoridades locales y de la Armada han mantenido conversaciones con los pescadores, quienes han solicitado un mayor número de uniformados en la zona. Dichas reuniones han contado también con la participación de Víctor Estupiñán, del departamento municipal de Desarrollo Comunitario.

Los pescadores, víctimas de repetidos asaltos, han sufrido la pérdida de sus motores fuera de borda y sus equipos de pesca. Los impactos de bala en las lanchas son testimonio de la violencia que han tenido que enfrentar en el mar. A pesar del miedo y la incertidumbre, algunos pescadores han logrado evadir a los asaltantes y salvar sus vidas. Rodolfo A., un pescador que logró escapar de un asalto, relata que tuvo que realizar una serie de maniobras y encomendarse a Dios para poder escapar.

Organización de los pescadores
Tras los asaltos, los pescadores se han organizado para buscar a sus compañeros abandonados en el mar. En total, se reportaron como desaparecidos a 17 pescadores de San Francisco del Cabo, Quingue, Galera y 10 de Muisne. Afortunadamente, todos los pescadores desaparecidos fueron rescatados hasta el lunes de esa semana. Este esfuerzo conjunto muestra la solidaridad y el compañerismo que existe entre los pescadores de Muisne.

Asaltos y su impacto en la pesca
Los asaltos, que tuvieron lugar entre el miércoles 10 y el domingo 14 de ese mes, han impactado significativamente la actividad pesquera, especialmente durante la temporada de pesca del dorado. La falta de motores y equipos ha dejado a una veintena de lanchas varadas cerca de la playa. Esta situación ha limitado la capacidad de los pescadores para salir al mar y continuar con su trabajo. (JNG)