Mes a mes, la economía de los ecuatorianos siente el remezón del ajuste del precio de los combustibles. Es posible que más adelante el sistema actual conlleve también gratos descensos, pero en épocas como estas el aumento sostenido es difícil para la gran mayoría.
Tienta la opción de volver a congelar los precios de los combustibles, pero el país debe resistirla a toda costa. Ceder sería, simplemente, postergar el problema; el Estado seguiría beneficiando a quienes no lo merecen y agravando una serie de problemas sociales, económicos y ambientales derivados del subsidio.
Sin embargo, resistirse al congelamiento del precio no significa desconocer la necesidad de un subsidio correctamente enfocado. Con la misma determinación con la que se ha opuesto a volver al sistema anterior, el régimen debería estar buscando ya las opciones técnicas y probadas que permitan focalizar la ayuda. Omitir ese segundo paso sería una terrible injusticia.
La única manera de lograr una política sostenible de subsidio, blindado ante el abuso o el contrabando que entorpecen la medida, es llegar a un acuerdo con respecto a qué actividades y qué actores requieren auxilio y cuáles no. Luego de ello, con apoyo popular y político, definir cómo hacerlo será mucho más fácil. Esto solo puede lograrse si es que el gobierno actual expresa su firme voluntad, ante todos los actores, de encontrar una alternativa factible. Caso contrario, el cinismo cortoplacista, la convicción de que no hay otra opción, terminará imponiéndose nuevamente.
FRASES DEL DÍA
«Ningún patriota lo sería en verdad si aceptase una patria envilecida.”
Margot Arce (1904-1990), escritora puertorriqueña
«La democracia es el inevitable destino de la humanidad. Puede ser postergada, pero jamás será derrotada.”
Eskinder Nega (1969), escritor etíope