Los frutos de la soberbia

En esta época en la que cada dólar cuenta, Ecuador se verá obligado a pagar 412 millones de dólares a la petrolera francesa Perenco.

Es irónico tener que asumir semejante cruz en una situación como la actual, luego de que en 2007, cuando Ecuador actuó como lo hizo con la petrolera francesa, el país atravesaba una de las mayores bonanzas en su historia. El fallo deviene de una fanfarronada innecesaria impulsada por las nocivas convicciones ideológicas del entonces presidente Correa y de un momento de suerte.

Durante el último boom económico, el Estado ecuatoriano se dio el lujo de adoptar un comportamiento soberbio y peyorativo con los inversionistas. Los húligans de aquel sistema político suelen recalcar que, en tanto los inversionistas lucran, no merecen deferencia alguna. Sin embargo, bien podría verse la situación al revés; ya que el Estado también se beneficia de la relación con los inversionistas, ¿no es justo y conveniente mantener una relación cordial y decente con ellos?

El Estado tiene hoy la oportunidad de volver a enfocar sus relaciones comerciales bajo un prisma a largo plazo. Es común, en economías funcionales, que los negocios entre empresas y gobiernos perduren por generaciones, siempre que lo hagan de forma legal y ética.

El país debe abandonar sus abusivas prácticas que generaron pérdidas y sembraron rencor en quienes no ‘pagaban’ para luego, en la cúspide de la ola, sacar a relucir procederes vengativos. Necesitamos socios duraderos y un prestigio acorde. Pronto vendrán tiempos mejores; ojalá entonces no caigamos en el mismo error de dejarnos llevar por la soberbia.

FRASES DEL DÍA

«Los años me han enseñado que no se convence más que a los convencidos.”

Victoria Ocampo (1890-1979)
Escritora argentina

«Para alcanzar la paz no hay que hablar con los amigos sino con los enemigos.”

Moshe Dayan (1915-1981)
General israelí