Las cárceles son la ‘casa matriz’ del crimen

Es evidente que el crimen organizado controla el sistema penitenciario. Hace pocas semanas, el caso ‘Metástasis’ reveló cómo, desde la cárcel, se coordinaba una red delictiva que penetra hasta los más altos niveles del Estado. La fuga de José Adolfo Macías, alias ‘Fito’, revela los privilegios que éste gozaba y el deficiente, casi nulo, control que las autoridades tenían de la cárcel regional.

Hoy, las cárceles son la ‘casa matriz’ del crimen organizado. Los centros penitenciarios son lugares seguros, donde las bandas imponen sus reglas y están a salvo de las fuerzas estatales. Cuentan con toda la infraestructura de comunicación que necesitan para coordinar sus operaciones en las calles. Sin embargo, se debió aprovechar la consulta popular para introducir reformas legales que permitan al SNAI trasladar reos con mayor agilidad. Tres semanas transcurrieron en espera de que un juez autorizara trasladar a alias ‘Fito’ a La Roca; suficiente para que este y sus secuaces fraguaran su escape.

Todo el trabajo de la Policía y de la Justicia para mejorar la situación de seguridad del país será inútil mientras este centro neurálgico del crimen organizado permanezca fuera del control del Estado. El estado de excepción declarado por el presidente Daniel Noboa es un urgente y oportuno intento por retomar el control del sistema penitenciario.

A esto, el Estado deberá acompañar con entrenamiento de guías y policías, pues si el país ha de volver a gozar de paz en las calles, el control de las cárceles deberá ser permanente y eficaz. Para eso, no hay fuerza estatal que esté preparada ni equipada.

Daniel Noboa tiene, por lo pronto, el apoyo ciudadano.