La riqueza de los generales

La polémica de los ‘narco generales’ ha colocado al patrimonio del alto mando policial bajo la lupa de la opinión pública. Las declaraciones de bienes de dichos oficiales son públicas y evidencian que gran parte de ellos son personas significativamente acaudaladas; aún no cumplen sesenta años y, tras tres décadas de trabajo en la institución policial, cuentan con fortunas de varios cientos de miles de dólares.

A pesar de esto, la comandante general de la Policía, Tannya Varela, y el resto de generales invitaron a las autoridades respectivas a someter a análisis y escrutinio su patrimonio con aparente confianza. Esto sugiere que no les llama la atención que un policía —un funcionario público cuya principal tarea es servir a la sociedad y cuyo sueldo y formación proviene de las arcas públicas— amase una fortuna que, en el mejor de los casos, resulta de haber dedicado importante parte de su tiempo y su sueldo a lucrativas actividades privadas al mismo tiempo que servía al Estado, y, en el peor, desafía a la aritmética de la gente honesta. 

Antes de justificarse comparando sus ingresos con los de oficiales de países ricos, los generales nacionales deberían compararlos con los de sus subalternos y compatriotas, que además de mantener al Estado y vivir inseguros entre privaciones, deben tolerar la indelicadeza de descubrir un acaudalado alto mando. Ya que a la Unidad de Análisis Financiero y Económico parece no importarle, al menos sería bueno que los aspirantes a uniformados recuerden que para enriquecerse está el sector privado, mas no las fuerzas del orden y, peor, el crimen organizado.

FRASES DEL DÍA

«Nunca olvides lo que alguien enojado te dice.”

Henry Ward Beecher (1813-1887), clérigo estadounidense

 

«Un consejo es algo que pedimos cuando ya conocemos la respuesta pero quisiéramos no conocerla.”

Erica Jong (1942), escritora