Galápagos no se alquila

Avanza la campaña de relaciones públicas que lleva a cabo el proyecto de canje de deuda a cambio de la administración de la reserva natural de las Islas Galápagos.

Se lo posiciona como un conflicto entre la pesca industrial y los ‘conservacionistas’; entre Caín y Abel el discurso se sesga. La perspectiva emocional que vilifica a la administración pública y se tienta a entregar el preciado tesoro a un salvador extranjero, distrae de la pugna entre los mayores operadores turísticos en las islas, y aquellos que compiten -en el mismo espacio- por la pesca.

Como acostumbra, el Ejecutivo evita pronunciarse con claridad. La propuesta de canje de mil millones de dólares de deuda externa es tentadora, aunque quizá no lo suficiente para un gobierno que poco tiempo tendrá para redireccionar los fondos liberados por el alquiler de la soberanía insular.

El Ejecutivo debe revelar la propuesta de Ocean Finance Company, que lejos de ser un consorcio ambientalista, viene solo a financiar y cobrar por la mera transacción.

El grupo de activistas que fungen de pantalla se escuda tras un grupete de pesqueros artesanales y la concesión de la Reserva del Beni en Bolivia, que en 1987 se ocupó de repartir tantas licencias de explotación que sólo de aquella zona ‘protegida’ se extrajo el 14% de los recursos madereros de ese país.

La administración de la reserva de Galápagos no debe cederse a un financista extranjero domiciliado en Hong Kong, sin intereses claros ni propuestas transparentes y peor, por parte de una administración pública corrupta, manipulable y derrochadora.

«Intentarán destruir la riqueza, para encontrar que solo habrás aumentado la pobreza.

Winston Churchill (1874-1965)
Político y primer ministro británico.

«Un plan de desarrollo sustentable debe incluir una estrategia integral para la creación de empleos.”

Sharan Burrow (1954- )
Secretaria General de la Confederación Sindical Internacional.