Ya es hora

Rocío Silva

Sí, la ciudadanía ha empezado a auto convocarse a través de las redes sociales, con la frase ‘Ambato dice alto a la delincuencia’, sin embargo, las dudas nos acechan, sobre la efectividad de la modalidad de esta convocatoria, porque nos hemos vuelto valientes delante de una pantalla, porque allí nos condolemos, nos preocupamos y exigimos.

Mientras tanto, las calles, parques, mercados, alrededores de universidades, negocios, son el escenario real de hechos delictivos que tiñen de sangre y muerte a nuestra ciudad. Los medios de comunicación más allá de informar que si un crimen es producto del sicariato o de asaltos comunes, y casi casi, transmitirlo en vivo, no pueden hacer nada más.

La solución a este deterioro social, tampoco está en los gritos destemplados de Consejos de Derechos Humanos, que, con una mirada cónica, le apuntan a la defensa de los derechos de movilidad de los migrantes venezolanos -para colmo- son quienes más participación han tenido en estos hechos delictivos sucedidos en Ambato, no falta, el concejal desubicado, quien ante el cuestionamiento sobre la inseguridad, manifieste que ha sido elegido por el sector rural, y que nada tiene que ver en este asunto.

En la campaña del actual burgomaestre se hablaba de una ciudad inteligente, la cual, proveería de sistemas de seguridad y alerta sobre delitos, sin embargo, a tres años de su posesión, las cámaras de seguridad instaladas en varios puntos sirven para registro de los crímenes, y en ocasiones han permitido seguir el rastro de los delincuentes y sus subsiguientes capturas.

Microtráfico, usura, informalidad, asaltos, compra y venta de productos robados, invasión de la prostitución y mendicidad en el centro de la ciudad, pelea por territorios, hacen de esta ciudad un escenario de terror, y antes de entrar en conflicto, sobre las competencias municipales y de la Policía, no se entiende, porque no se sientan las fuerzas vivas de la ciudad, se convoca a todas las autoridades, incluidos los invisibles asambleístas, y se tomen decisiones emergentes, en las que tomen acción la policía municipal, los agentes de tránsito, la Policía Nacional, las compañías de guardianía privada.