Una salida sin transición

Jaime López

El Sr. Alcalde de  Ambato de acuerdo con la Ley obligatoria para todos los Administradores de los fondos públicos, realizó su última rendición de cuentas ante la ciudadanía, paso previo para la transición del mando a la Señora Alcaldesa electa para reemplazarlo, proceso que no se cumplió porque lo subjetivo de quienes debían ejecutarlo  le puso  sellos de resentimientos a una entrega de responsabilidades que era lo que todos los ambateños esperábamos. No se puede comentar más allá de lo que ocurrió en Ambato, porque nos enteramos también que en   las ciudades que se las califica como principales, sucedió lo mismo. Los burócratas dotados de su doméstica importancia y de su altanería absurda y ofensiva, cuando deben pensar en su ciudad y en su País y poner sus capacidades para que el servicio al contribuyente no  se  deteriore, no lo hacen, se dan la media vuelta exhibiendo su sonrisa sardónica para comentar con sus compañeros los problemas que debe enfrentar la sucesora, ante la falta de información que debían poner a su conocimiento para que no tenga tropiezos al empezar su gestión. El Señor Alcalde Altamirano en declaraciones a la prensa local le dice a la ciudad lo que todos habíamos esperado, que se retira con la conciencia tranquila y con el convencimiento que hizo todo lo que pudo para que Ambato no deje de ser Linda  Ciudad, sentimientos y expresiones que decoran su partida con buenos calificativos, que harán que el olvido no se imponga a las obras que se realizaron en su Alcaldía, que se callen los dueños de micrófonos y de otras ideologías  en sus diatribas y que si insisten que mucho no se hizo, ahora deben preocuparse de indicarle a la Sra. Alcaldesa lo que debe enfrentar y poner el hombro junto a ella, para que las soluciones nos beneficien y que las críticas naufraguen en el torrente de acciones que todos debemos hacer porque si han olvidado, hay que decirles que el Municipio somos todos, todos somos culpables que la proliferación de ventas ambulantes impida el acceso a nuestras viviendas, todos somos culpables que el centro de la ciudad se contamine con ruidos de parlantes ofensivos, todos somos culpables que ciertos mandos medios sigan al servicio de quienes concurren esperando su acción y ejerzan el cohecho, también todos debemos cooperar a que nuestros barrios y parroquias emprendan la descentralización de servicios comerciales y de diversa índole, para que la Ambato Linda que todos amamos preserve sus espacios tradicionales y su imagen.