Las yuntas

Jaime López

Al parecer si amerita apelar a los sinónimos y a la ironía, que ojalá no sea barata, porque lo que pasa en la amada Capital y su  Alcaldía, abre muchos caminos que implican ejercitar el sagrado derecho de pensar e imaginar, sin desembocar en la burda ofensa, a pesar de que el protagonista si merece ser definido con calificativos no aptos para la especie, pero sí adecuados para detallar lo que hace, sin haber renunciado a ser ejemplar de algún género de aquellos que deambulan por sus campos y senderos transitados solo por él. Entonces hay como elucubrar sin cometer vicios y pensar que el señor Yunda ha contratado a una serie de yuntas,  en  las que ha encontrado vehículos que le permiten llegar a lugares que se suponían solo eran destinos de los correctos, vehículos no tan suntuosos como los de su colección, pero sí unidos por yugos sólidos, elaborados y  manejados por  profesionales de alta gama y astucia,  que en su  momento  le habrán dicho al señor Yunda por donde van a circular, a quienes van a atropellar y que eso tiene un costo elevado. Claro, las artimañas  con las que han confundido  a ciertos Jueces han sido suficientes, entre ellas las de proclamar que la Ciudad Capital les importa un comino y han conseguido medidas cautelares que se imponen a la sentencia del TCE, y le permiten al Sr. Yunda  confundir a los Concejales que de manera absurda e increíble, acuden a una convocatoria a protagonizar una comedia que  a los ciudadanos  les ha parecido sumamente denigrante, alejada de la mínima capacidad que debe adornar a un Concejal, pero también conscientes  estos  ediles,   se sienten con un puñal en la espalda, pues por allí ya salió una de las yuntas , indicando que más allá de la remoción de Yunda, está agazapado un Juez con un  proceso penal  que amenaza la  tranquilidad personal y familiar de  quienes votaron por defenestrar a Yunda de la Alcaldía, que solo hay que esperar para que se instaure. La tolerancia siempre será una virtud, es cierto, pero mirar impasibles triunfar a las yuntas será cobardía de todos.