Triunfó Ecuador, triunfó la justicia

Iván Paredes

Los tentáculos de la delincuencia y su modus operandi se frustró por dos ocasiones consecutivas dentro del último episodio internacional que, lamentablemente, fuimos noticia mundial, no por buenas obras o acciones, sino por el mal que se impregnó en la política ecuatoriana desde hace unos 17 años atrás, y que, ha trascendido de escándalo en escándalo al punto de imaginar un posible enfrentamiento bélico entre países hermanos.

Ese accionar vivaz y el deseo antipatriótico se extinguió, como lo hace la maldad luego de enfrentarse a la bondad y benevolencia, dejando al descubierto que a la verdad no se le pueda derrotar, triunfando el Ecuador y, por supuesto, la justicia. No les resultó cuidarle y protegerle dentro de una Embajada por cerca de cuatro meses, querer sacarle y llevarle a otro país junto a sus ‘panas’ de fechorías, aquello hubiese sido lo mas injusto y deplorable para la sociedad y nación que, a pesar de los buenos resultados deberán pasar muchos años para sobrellevar este vergonzoso episodio que marcará la historia del Ecuador.

La resolución dictaminada por la Organización de Estados Americanos OEA, ante la denuncia del país de México por violentar su embajada en territorio ecuatoriano, no tuvo el final que esperaban, quedando en un llamado de atención al Ecuador por irrumpir en la antes señalada Embajada. Pero, en sus diez puntos resolutivos, también le amonestaron a México por proteger y socapar a contumaces delincuentes dentro de su Embajada; es decir, la dura, difícil, pero correcta decisión del Presidente de la República del Ecuador, al instruir la intervención de parte de la Policía Nacional para que detengan al reo que estaba a punto de burlarse de la justicia, dejando un bienestar de calma y tranquilidad en el ambiente, pero con la consigna que no podemos permitir que nadie se burle ni pretenda dañar la imagen de un país donde la honradez y dignidad se encuentran en la mayoría de sus ciudadanos.