Solidaridad con Alausí

Juan Francisco Mora

Domingo por la noche. El que pudo haber sido el último vistazo del día a mis redes sociales se convirtió en la primera de una larga búsqueda y revisión de publicaciones sobre un deslave de proporciones que aparentemente había ocurrido hace apenas minutos en Alausí.

El poder de la inmediatez que ofrecen las redes sociales sumado a la movilidad que facilita la cobertura de internet móvil facilitaron permitieron la difusión instantánea de este lamentable deslizamiento.

Las primeras transmisiones ‘desde el lugar de los hechos’ no eran precisamente reportes periodísticos; al contrario, había un espontáneo uso de las transmisiones de FB LIVE por parte de ciudadanos comunes y corrientes. En ese momento su objetivo no era únicamente informar del suceso, sino utilizar este recurso tecnológico para pedir auxilio.

A minutos del derrumbe de parte de la montaña sobre Alausí, la sección de FB Watch (en la red social Facebook) proyectaba un gran número de páginas de personas y medios de comunicación que permitían presenciar el desconcierto que afligía a los vecinos del sector.

Pero no solo eso. La cobertura informativa ‘no periodística’ realizada por ciudadanos permitió apreciar muchos detalles del hecho sin filtros: gente que expresaba libremente su dolor, su ira, su indignación y más sentimientos. Las cámaras de video de los celulares que transmitían mostraban imágenes crudas que causaban un gran impacto a quienes tratábamos de entender lo ocurrido desde nuestros celulares.

La tecnología va cambiando la forma de relacionarnos y comunicarnos. Hace no muchos años resultaba difícil pensar en que un hecho ocurrido en un lugar relativamente lejano de las grandes urbes del país podría ser vivido en ‘tiempo real’, aún en medio de las difíciles circunstancias del momento.

Nuestra solidaridad con los hermanos del cantón Alausí por lo ocurrido. Nuestro pesar para los familiares de las víctimas. Que este querido rincón de la patria se levante de la tragedia con más fuerza.