Cuando las cosas no salen

Zuanny Miñaca Toro

Hay momentos en la vida donde todo gira a nuestro favor, las cosas van bien, o incluso en algunos casos, las oportunidades llegan a nuestra puerta sin ni siquiera buscarlas. Aquellos momentos provocan en nosotros sentimientos de alegría, paz y confianza, sin duda momentos de armonía que desearíamos sean interminables. Sin embargo, la vida no solo está formada por ese lado de la moneda, a veces son necesarios los tropiezos o jalones de orejas, los cuales sirven de experiencias que nos nutren muchas veces de aprendizajes y servirán para conseguir los futuros éxitos dependiendo de nuestras decisiones y actitudes durante y después de la tormenta.

Los resultados de los partidos de Ecuador en los últimos días no han sido lo que todos hemos esperado, sin duda el fútbol ha sido y será una montaña rusa de emociones e imprecisiones, nada está dicho y las cosas podrían cambiar a favor o en contra. En el mejor de los casos y con optimismo se espera que todo marque a nuestro favor, pero si las cosas no están resultando como queremos es porque “algo” hay que cambiar. Después de todo, siempre hay una salida y una luz al final del túnel.

Los ecuatorianos confiamos y estamos seguros del gran equipo que tenemos. Me quedo con una frase de nuestro DT: “Si tenemos un equipo que no está convencido, no le vamos a ganar a nadie”, y así es. No depende ni de una di de dos personas, dependerá de un equipo, que si ha trabajado duro y se ha estado esforzando, lo haga cada vez más, pero sobre todo entregando el corazón y el todo en la cancha. No hay tiempo para conformismos, la lucha continúa y el aprendizaje también.

Después de todo, a veces se gana y a veces se pierde, así es la vida. El primero nos da satisfacción, el segundo nos enseña a tomarlo con humildad y lo que hace falta para llegar al triunfo, pero siempre se aprende y se sigue adelante.

Ecuador, ¡Sí se puede!, y siempre se podrá.

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