Rifándose candidaturas electorales

Iván Paredes

Transcurrían las elecciones de 1998, la oferta y demanda de candidaturas estaban a la orden del día, tanto así, que Juan José Pons le cobró un millón de dólares a Jamil Mahuad (expresidente de Ecuador 1998-2000), para ser candidato a Diputado de la provincia del Guayas por la extinta Democracia Popular, participando junto a Polo Baquerizo y poniendo el dinero Fernando Aspiazu dueño del ex Banco del Progreso, entidad que tuvo responsabilidad en el feriado bancario; y, así se formó la famosa ‘Aplanadora’ en el Congreso Nacional junto al Partido Social Cristiano. El resto está en la historia política ecuatoriana.

Estas tramoyas aún se mantienen en la esfera política, en estos días hemos visto las artimañas para poner a la persona de confianza del grupo que dispone a su antojo para obtener la candidatura auspiciada dentro de un movimiento o partido político. El calendario elaborado por el Consejo Nacional Electoral, señala del 22 de julio al 5 de agosto el proceso de democracia interna (elecciones primarias dentro de las organizaciones políticas), lo que se convierte en una manipulación por ser candidato (a), o, en buscar a su compadre o amigo para llenar los espacios y requisitos exigidos por la entidad pública controladora, donde la viveza impera y presentar a los electores candidatos que poco o nada saben y entienden de política o de dirigir al país. Los resultados están a la vista.

Y, saben cómo hacerlo, y lo hacen bien dentro del marco legal, conocen las reglas del juego, no importa el futuro de la Nación, lo que importa es mantener el espacio político para que sus arfiles sean elegidos. En ese espacio las personas honorables, transparente y de bien no tienen cabida, peor aún, el ciudadano honesto y trabajador que deberá acudir a la urna sin más alternativa.