Razones para el voto

Jaime López

Diariamente soportamos los desbordes ilegales, groseros y ofensivos  de una campaña electoral teóricamente autorizada el mes de enero 2023, pero que por la publicidad, uno de los mecanismos no controlables, la celebración navideña se encadenó a la protesta particular que no tenía que salirse de los esquemas espirituales y tradicionales y que los abrazos y deseos mutuos siguieran su sendero tradicional de convertir al año viejo en una nueva esperanza, dentro del hogar familiar, trinchera y refugio para combatir los obstáculos sorpresivos y también los de siempre. Ha venido enero 2023 lleno de todo lo que sabíamos de antemano, recursos económicos cuantiosos, invertidos en tratar de convencer al electorado que su voto tiene que ser para elegir al que paga los afiches, carteles, combustible para los vehículos, sueldos para los que agitan frenéticamente banderas y recitan slogans fabricados con la cantaleta de siempre, allá por las ciudades grandes la colorada pintando el cuerpo de la candidata, las promesas de que el metro no se quedará en centímetros cuando todo el electorado sabe que diez años no  han servido para otra cosa, el candidato con grillete se convierte en amenaza, porque nuestra Ley Electoral lo permite y cualquier estudiante de Derecho no entiende ese mamotreto, por la región litoral  el capo mafioso infecta candidaturas y los denuncias no sirven para otra cosa que el sicariato sea el desayuno de todos los días. En fin, quienes pensamos que en la consulta popular decretada por el Gobierno, el voto no puede anularse, mejor dicho, no debe anularse,  lo hacemos porque las próximas elecciones serán una oportunidad de que nuestra condición intelectual, espiritual, refleje que no somos el país que muchos candidatos piensan, llenos de pendejos desprovistos de una mínima condición, si hay que anular muchas papeletas hay que hacerlo, una de ellas para suprimir ese consejo de participación ciudadana creado por el loco del ático, pero reflexionar intensamente y  reconocer obras ejecutadas, no es otra cosa que decirnos el Gobierno somos todos, porque democracia es eso, elegir a quienes tienen que ejecutar nuestro mandato y así nos cueste reconocer, en los miles de candidatos si hay quienes merecen nuestro apoyo.