¿Qué consumimos?

Rocío Silva

Todos somos consumidores, el consumo es una práctica socialmente localizada que toma diferentes matices, según las estructuras sociales, las costumbres y las perspectivas de toda una cultura y no sólo de una parte de ella. No sólo consumimos objetos tangibles que se comercializan, se consumen imaginarios, que reflejan identidades que se van presentando según la influencia del contexto y la tendencia en la que se ve inserto momentáneamente.

Existen bienes y servicios que se agotan al momento de consumirse, como los alimentos, mientras que hay otros que solamente se transforman, por ejemplo, vestuario, el consumo es una actividad social de modalidad cíclica, puesto que se produce para consumir, y este consumo genera más y más producción, de acuerdo a la satisfacción de la demanda.

Ahora bien, ¿qué imaginarios nos acostumbramos a consumir los ecuatorianos?, la respuesta es simple, nos acostumbramos a consumir una producción de imaginarios anclados en el resentimiento social, que se vio profundamente agravada por la pandemia, nos quieren vender imaginarios tan nefastos, cómo que un plan masivo de vacunación no sirve, que la inversión privada y extrajera son formas de precarización, que la escasez de medicinas es un tema de los últimos once meses, quieren que construyamos imaginarios con los cuales, olvidemos negociados y sobreprecios.

Los imaginarios destinados al consumo de una sociedad mayoritaria, cuyos indiscutibles referentes son: la televisión, el Facebook, WhatsApp y Twitter; han determinado que se construyan, sin el menor miramiento imaginarios como el siguiente: “el Gobierno y nada más que el gobierno es el culpable del deterioro de las edificaciones educativas” y esa sociedad consumirá y producirá miles de excusas, justificará sin el menor miramiento que  más de cien  padres de familia por cada institución educativa, durante dos años de pandemia, no hayan sido convocados por los directivos de esa unidad educativa, para realizar actividades participativas, para conjuntamente con docentes velar por el cuidado de escuelas y colegios.

Se necesita afinar la estética del consumo de nuestra sociedad, consumir un nuevo modo de vivir, en las nuevas manifestaciones y reconfiguraciones de sus valores, tendientes a nuevas formas de crear, vivir y hacer comunidad.

[email protected]