Y los peatones ¿qué?

Juan Francisco Mora

No ocurre únicamente en Ambato, es un problema generalizado en el país: no se prioriza al peatón en intersecciones, cruces, intercambiadores y otros sistemas viales. Seguimos dando preferencia a la movilidad vehicular, olvidándonos de los peatones.

Es un debate permanente, cuyas reflexiones y conclusiones no terminan por concretarse en cambios reales al momento de poner en marcha obras viales o, simplemente, al momento de dar mantenimiento a la señalética vertical y horizontal.

Por ejemplo, en el acceso principal de ingreso al campus Huachi de la Universidad Técnica de Ambato, una vez concluida la repavimentación de la avenida Los Chasquis se la señalizó sin considerar los ‘paso cebra’ que faciliten la circulación de los peatones.

Cruzar de vereda es toda una odisea en la que el peatón se expone a la impericia, falta de cortesía y violencia de muchos conductores de vehículos.

Aún si uno decidiera intentar cruzar por el ‘paso cebra’ más próximo tampoco es fácil, debido a que la programación de los semáforos no considera un tiempo para el cruce peatonal, pues cuando se detiene la circulación vehicular en una vía, inmediatamente arrancan los autos en la otra, dejando indefensos a los peatones en medio ‘paso cebra’.

Hablamos de una circulación promedio de 12.000 personas que estudian y trabajan en ese campus académico; es muy complicado para ese gran número de peatones cruzar con seguridad, sin ser embestidos por los vehículos.

Y lo mismo ocurre en muchos otros lugares de gran concentración peatonal como colegios, escuelas, hospitales, mercados, parques, instituciones, etc.

Igualmente, en pasos vehiculares más grandes como intercambiadores o redondeles, no hay suficientes recursos de señalética vial que faciliten el cruce peatonal ordenado y seguro, obligando a las personas a ‘cruzar al vuelo’ o a ‘torear’ los autos.

La evolución de una sociedad y la mejora en la calidad de vida de su población se evidencian en poner al peatón como prioridad y garantizarle condiciones de seguridad. Estamos a tiempo para ‘reprogramar’, no solo los semáforos y la señalética, sino también la forma de proteger al peatón.